martes, noviembre 28, 2006

Leonard Cohen - first we take manhattan

leonard cohen first we take manhattan

(I'd really like to live beside you, baby

I love your body and your spirit and your clothes

But you see that line there moving through the station?

I told you, I told you, told you, I was one of those....)

lunes, noviembre 27, 2006

Hay Silencio


- “¿Qué os parece, monjes, las formas materiales son permanentes o impermanentes? –Impermanentes, señor-. Y lo que es impermanente, ¿entraña placer o sufrimiento? –Sufrimiento, señor-. Y de aquello que es impermanente y mudable y que entraña sufrimiento, ¿os parece que se pueda con razón decir: esto es mío, yo soy esto, éste es mi Yo? –No señor-. Exactamente igual sucede con las sensaciones, las percepciones, las actividades mentales y la consciencia: todo es impermanente y mudable, todo entraña sufrimiento y de nada puede decirse con razón: Esto es mío, yo soy esto, éste es mi YO”.


* *

1) Gabriel amenazó con reducir la marcha si no se estaban quietos los de la parte trasera del coche: “Anda, que a buena hora se me ocurrió sacar a estos capullos de casa, pensó, la mitad del viaje tocándome los huevos”. Gabriel opinaba que la fortuna era algo debido, que no correspondía al azar o al esfuerzo, sino que estaba escrita en alguna parte para él, desde el principio de su vida. Por ello, los saltos de suerte, la frontera entre lo real y lo ideal apenas eran nítidos; “mi carrera tendrá su explicación al final; éste espacio entre los dos coches, el esguince de tobillo, los golpes, el amor…todo ello es claramente el elemento diferenciador entre los otros y yo”.

2) La carrera ha empezado en Nashville. Los participantes se sitúan en la línea de salida. Los favoritos buscan confirmarse en tan importante evento. La muerte de uno de ellos, ¿Será acaso debida, o más bien forma parte del juego de intereses que van flotando por el aire? Primero liberarse, y luego construir. Pero ¿es de verdad necesario desnudarse en público? Ni siquiera es más cómodo en un hotel o después del amor...

miércoles, noviembre 22, 2006

Cebolla

- Me sorprende y me inquieta la cita de Wittgenstein que preside el blog Naranja Amarga http://naranjamarga.blogspot.com/ : “El mundo es como es y ocurre como ocurre”. Leerlo puedo compararlo a despertar de un sueño o recuperarse de una gripe: todo parece abrirse con nueva perspectiva, con fresca realidad que huye de los habituales pliegos románticos, sentimentales que envuelven la realidad, ocultándola. Toda nuestra vida transcurre entre promesas de felicidad, convenciones sobre cómo materializar nuestros sueños en la bondadosa sociedad del mercado, tristezas sobrevenidas sin pretenderlo, graves carencias afectivas, menos calor humano, cada vez. Porque la vida va tratándose de un futuro próximo, de una realización que no es inmediata, ni siquiera deseada pero que está ahí como una siniestra presencia que obliga, insta, sugiere siempre en el oído de cualquier sujeto. Una iglesia, una esperanza, Dios, el amor, la felicidad… fluyen hacia el hombre con determinación de sacar varios puntos (inútiles) a la muerte, a la injusticia, que, esas sí, existen si duda y dan dolor. Hoy que llueve sobre Santander uno parece detener el tiempo, sacar lo mejor de un instante que sabemos nuestro porque lo vivimos, o porque creemos vivirlo, y busca disfrutarlo en compañía o en soledad: una conferencia, un libro, el cine (siempre el cine), para crecer y no ser un anónimo hombre gris, ladrón del tiempo. Pero sabemos que no basta y que eso va a ser siempre el problema: que no somos, sino con los otros, piezas que ensamblar con alabanzas o con piedad. Se trata, al fin, de buscar lo útil.

lunes, noviembre 20, 2006

Los Versos De La Madera


- Concluye el ciclo “Sahara Occidental, el sentimiento de un pueblo” con la esperada conferencia del poeta Limam Boicha. El salón habilitado ad hoc por Caja Cantabria se quedó pequeño una vez más ante la asistencia de amigos, camaradas y curiosos. Un lleno espectacular que demostró una vez más a los escépticos la rabiosa actualidad de la que goza un tema como el del conflicto de la antigua colonia entre el pueblo español.
Limam Boicha llegó puntual con una apariencia de humildad y de serena inteligencia y, silenciosamente, tomó asiento y comenzó una emotiva conferencia empapada en poesía y llena de ilustrativas anécdotas sobre la idiosincrasia del pueblo saharaui.
Mientras hablaba, tuve cuidado en fijarme detalladamente en un hombre que hoy, aquí, servía de ejemplo, de abanderado, de representante también (¿por qué no?) de toda una nación explotada, marginada como pocas y, además, silenciada en los medios de comunicación de nuestro país.
Capté al instante, su “castellano musical y dulce”, en palabras de Gonzalo Moure, su condición de hijo de su patria y también de ahijado del pueblo de Cuba , que lo cobijó y educó durante 12 años. Su pequeña estatura, su mirada profunda y el color cobre de su piel parecían decirnos: “esto es lo que somos, esta piel preparada para el sol, esta elegancia que sólo el desierto y la penuria puede otorgarnos y que convertimos constantemente en dignidad y lucha”.
Pausadamente, el poeta, inició su corto (¿corto?, ¡más de una hora!) pero intenso relato. Su vida, sus anhelos, su identidad quedaron al descubierto en pocas palabras que sonaron a muchas voces. Nos contó de la hospitalidad de sus conciudadanos: cenan tarde (casi a las doce o la una de la madrugada) pos si el desierto trae a algún viajero con más necesidad de probar su pan y beber su té; de su trabajo para poner en claro su identidad, su redescubrimiento de las raíces culturales de su pueblo…Nos habló de los caminos de la infusión casi sagrada de los saharauis: amargo, como la vida; dulce, como el amor; y suave, como la muerte. Tanto que escuchar y que compartir con un viajero y un amigo noble.
A lo largo de la conferencia, se sucedieron tres palabras que, indistintamente, me iba sugiriendo la voz de Limam: al principio, Movimiento; el movimiento de un nómada. Primero como hijo de nómadas del desierto, y luego, también, como exiliado en el Caribe. Más tarde, Identidad; la que busca en su regreso, la que encuentra, al fin, entre los suyos. Por último, Sustancia, la que solo puede dar la tierra y la vida entre la gente. Sus poemas, pues, son parte de su camino, de sí mismo.
Ahora, para terminar, comparto con vosotros un poema de su libro: “Los versos de la madera”:

Mi padre me dijo:
“Yo nací el año
de los dientes verdes
de los dromedarios”.

Ahora yo me pregunto:
¿Qué hemos hecho de nuestros años,
tan lejanos y estrechos?

¿Cayeron malbaratados
entre el olvido de la tradición
y la sed de las dunas?



¿Se esfumaron en el aire
como haces de leña?

Buscad los años en la poesía
Huesos de la memoria,
Como nuestros antepasados.

Nuestros años son versos,
Como una lluvia de estrellas,
Como la hermosa yerba
O el parto de las abejas.

Estos son nuestros años
Abandonados,
Esqueletos trágicos
Como grandes tormentas,
Como una lluvia roja
O un vendaval de langostas.

Y no estos otros
Incipientes y artificiales
Que ahora colgamos
Del almanaque
De nuestros sueños.

(Mitología).

domingo, noviembre 19, 2006

Síntesis


- Como los ungüentos no han curado y sigo con los ojos apretados para paliar el hambre y el frío, me tapo la cara con la manta. No ha tardado el invierno en llegar para quedarse, de romper el cristal del verano con un cierto tacto de merodeador. El sueño de noviembre no es como el de junio. Yo suelo pensar en osos cuando voy a dormirme, en hogueras, en cuevas de cobijo. Hoy no. Quizás el jarabe o los analgésicos fueron más astutos que mi mente e impusieron su dominio. Alguien oculto, en plan oyente me exige un poema de Gil de Biedma. Yo no sé por donde tirar, no acierto a dar con los versos, me agobio en rescatar del olvido versos reconocibles. Encuentro un poema. Y empiezo: “Definitivamente/ parece confirmarse que este invierno/ que viene, será duro”. El inicio, prometedor de cuento en la nieve, de oportuna razón para quejarse. Y sigo, en innecesarios e inventados versos para dar cuerpo al poema. Y, finalmente, concluyo: “como dicen que mueren los que han amado mucho”. Y se cierra, así, la obra, sin atender al hecho de que he mezclado dos poemas de Jaime: “Noche triste de octubre, 1959” y “Pandémica y Celeste”. Curioso que saque en claro en un sueño, versos perfectamente declamados, justamente recordados también y sin errores. Pero la noche del durmiente enfermo pasa lenta con un halo de convalecencia y mala disposición para el autocontrol. En las horas finales de la oscuridad, casi con las primeras luces del nuevo día, emerge como si nada, T.S Eliot del baúl del lector descuidado. Y se va repitiendo sin cesar la palabra del americano, el último verso de “Miércoles de ceniza”, como un mantra, sin cesar para la mejora: “Y llegue hasta Ti mi clamor”, “Y llegue hasta Ti mi clamor”…

viernes, noviembre 17, 2006

El Sueño De Garmish-Pantenkirschen


- En los sueños del niño-escritor vuelan alto los personajes compartidos, los ejemplos de humanidad que las bellas historias dejan para que cuiden nuestra vida y nuestro crecimiento. De ahí que los cerebros infantiles aglutinen imágenes de bondad, de valentía, del honor y el compañerismo propios de argumentos nobles y fantásticos. Por eso la literatura no forma parte del a vida cotidiana pero ésta se ve inspirada por los relatos más memorables, más necesarios.
Aún recuerdo cuando mi tía me regaló mi ejemplar de “La historia interminable”. Yo tenía 11 años. Todavía, con el paso del tiempo, revivo la inquietud que me produjo ver un libro tan “gordo”, con una letra tan pequeña. Fue mi primer desafío literario, la primera vez que dejaba a un lado los discretos libros del “Barco de vapor” y llegaba a mis manos un volumen verdaderamente serio ( o eso me parecía).
De la experiencia lectora de ese maravilloso relato de Michael Ende, guardo un recuerdo imborrable pero también ha quedado dentro de mí la imagen del alemán como el escritor, digo más, como el ESCRITOR, por antonomasia. Me ocurre con frecuencia cuando alguien me habla del oficio de escritor: no puedo sino imaginarme una vida serena, feliz en alguna ciudad centroeuropea, comprando en pequeñas y románticas tiendas de comestibles, saludando por la calle a los vecinos, llevando un discreto y agradable anonimato, siempre con la idea de escribir historias agradables, que nos hagan ser mejores a todos. La figura protagonista de mis imágenes es un cincuentón de barba blanca y espigada figura. ¿Quizás Ende? No lo sé. El caso es que siempre mantuve la esperanza, de niño, de visitar algún día a Michael Ende, de compartir con él ratos de conversación, de complicidad creadora, de sueños cómplices…Pero la enfermedad se lo llevó hace ya once años. De él nos queda tanto, tanta fantasía a la espera de ser despertada por nuevas generaciones de niños y niñas, tanto que aprender de Momo, tanto que identificarnos con Bastian…Aún es pronto para que, también nosotros, aportemos nuestros sueños a la vida que tanto amó Michael Ende.

martes, noviembre 14, 2006

De Arena Y Silencio


- Cuando tratamos de encontrar una respuesta válida a un problema político o social contamos siempre con la posibilidad de no tener razón, de exagerar o de liarnos en recovecos teóricos y perder la objetividad y el contacto con lo real. Es algo habitual en las sociedades occidentales, donde el gusto por la posiciones y por los “compromisos” irrenunciables suele trascender el frío análisis. No es complicado, pues, confundir a la opinión pública con debates inútiles y retorcidos sobre quién es culpable y quién es un héroe en cada uno de los problemas del mundo. Observo cada día la aparición en los medios de comunicación de nuevas problemáticas, nuevas tomas de posición de intelectuales y no me queda más que pensar: “de acuerdo, nadie tiene toda la razón en esto”. Pocas son las ocasiones en las que uno puede relajarse en una opción sabiéndola correcta y justa.
Ayer por la tarde acudí a la conferencia que ofreció el escritor Gonzalo Moure dentro del ciclo: “Sahara occidental, el sentimiento de un pueblo”. La verdad es que mi conocimiento del asunto del Sahara es menos que discreto. O sea, que parto del conocimiento básico de cualquier ciudadano español: “España abandona su colonia en el Sahara y Marruecos invade el territorio agregándolo a su dominio”. Vamos, que desconozco en profundidad qué se está haciendo y cómo va el sempiterno referéndum de autodeterminación prometido por la ONU. Gonzalo disertó durante más de una hora sobre su relación con el pueblo saharaui, su amistad con el poeta Limam Boicha, su profundo desencanto con la actual situación de un crimen internacional obviado por los medios de comunicación y su compromiso de continuar batallando como un soldado más (un soldado de paz y de cultura) defendiendo el derecho de este pueblo (éste sí) oprimido y vilipendiado.
Y ahí encontramos una muestra de cómo intereses ocultos y malignos pasan por encima de la nobleza de la ciudadanía y tratan de enfriar el problema, de que no se hable demasiado sobre una situación que clama al cielo y al hombre. España tiene no sólo la responsabilidad de origen, sino, sobre todo, la oportunidad de solucionar esta injusticia ya que legalmente aún conserva el status de potencia colonial del Sahara y le bastaría con un simple acto administrativo ante la ONU para que se realizara ya esa consulta prometida.
En nuestro país un 98% de los ciudadanos están a favor del derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Rara vez se encuentra tal unanimidad en los problemas que consideramos vitales para el normal funcionamiento de las instituciones. ¿Por qué, entonces, el gobierno (éste, todos) no han encontrado ni un solo día de valor ante Marruecos y la comunidad internacional para acabar de una vez con esta masacre que ya dura 35 años? Hay intereses, claro: económico y políticos (EEUU es un firme aliado de Marruecos).
Como decía, hay asuntos que por su especial familiaridad, o por su clara realidad nos tocan muy en el fondo. Aún cuando no estuve quizás de acuerdo con todo lo que dijo Moure ayer en Santander, sobre todo en lo relacionado con el excesivo nacionalismo cultural con el que quiere impregnarse toda actividad del Sahara, sí encuentro algo luminoso ahí: la evidencia de la razón en un problema político. A saber: Marruecos ha violado la legalidad internacional y España no ha hecho nada para remediarlo; entre medias, todo un pueblo sufre de la exclusión, la cárcel y la tortura en su propio territorio.