miércoles, noviembre 22, 2006
Cebolla
- Me sorprende y me inquieta la cita de Wittgenstein que preside el blog Naranja Amarga http://naranjamarga.blogspot.com/ : “El mundo es como es y ocurre como ocurre”. Leerlo puedo compararlo a despertar de un sueño o recuperarse de una gripe: todo parece abrirse con nueva perspectiva, con fresca realidad que huye de los habituales pliegos románticos, sentimentales que envuelven la realidad, ocultándola. Toda nuestra vida transcurre entre promesas de felicidad, convenciones sobre cómo materializar nuestros sueños en la bondadosa sociedad del mercado, tristezas sobrevenidas sin pretenderlo, graves carencias afectivas, menos calor humano, cada vez. Porque la vida va tratándose de un futuro próximo, de una realización que no es inmediata, ni siquiera deseada pero que está ahí como una siniestra presencia que obliga, insta, sugiere siempre en el oído de cualquier sujeto. Una iglesia, una esperanza, Dios, el amor, la felicidad… fluyen hacia el hombre con determinación de sacar varios puntos (inútiles) a la muerte, a la injusticia, que, esas sí, existen si duda y dan dolor. Hoy que llueve sobre Santander uno parece detener el tiempo, sacar lo mejor de un instante que sabemos nuestro porque lo vivimos, o porque creemos vivirlo, y busca disfrutarlo en compañía o en soledad: una conferencia, un libro, el cine (siempre el cine), para crecer y no ser un anónimo hombre gris, ladrón del tiempo. Pero sabemos que no basta y que eso va a ser siempre el problema: que no somos, sino con los otros, piezas que ensamblar con alabanzas o con piedad. Se trata, al fin, de buscar lo útil.
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1 comentario:
En momentos de desesperación vital, de intentar comprender y no rascar ni bola, vienen a mi mente dos frases: la ya citada de Wittgenstein y una frasecilla suelta en una canción de The Cure. Esta última dice así: "el mundo no es ni justo ni injusto, la idea es sólo nuestra forma de comprender". La canción se llama "Where the birds always sing" y está en un disco denominado "Bloodflowers".
Sí. Con esas dos frasecitas a mí también se me hace todo un poco más claro hasta que se emborrona todo de nuevo. ¿Por qué se emborrona? Porque algunos aspectos del mundo los hacemos nosotros: nosotros hacemos que ocurra así. Porque aunque sean ideas, justicia e injustica, sobre todo la última, dan patadas en el estómago. Esas dos frasecitas me recuerdan... que sólo soy una parte del todo y que todo no se puede lograr. Además, la primera me hace mucha gracia. Ya ves, qué tontería.
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