- En mi descargo diré que no puedo reponer las hojas a la rama. Así el tiempo sumergido en niebla, aburrido como una visita inoportuna que, despacio, aparece entre las sábanas, dispuesto a no ceder, a quedarse.
Si penosamente se lanza la responsabilidad contra el muro del amor, de la oportunidad perdida, de un no conformarse con lo brindado o, acaso, confiar en que deben darte. Si la calle caminada ofrece experiencia, argumentos para la dote del destino, ¿será un margen de error, una vida plena? Se habla de las “Grandes Ideas”, de alzar al hombre y llevarlo y honrarlo.
Es inútil la aventura. ¿Es inútil la aventura?
Por un sol de otoño que florece. O la Patria.