El ser social del hombre determina su pensamiento. Las ideas correctas características de la clase avanzada, una vez en poder de las masas, se convierten en una fuerza material que transforma la sociedad y el mundo. El Libro Rojo.
I
- Siento la ciudad pendular sobre mi cabeza: hay individuos delgados y mucha intención erótica. Hoy se escapa de veras la cultura nueva, la derrota comunitaria. Hay balcones empedrados, flores externas, alguna exposición interesante? Desde el alba caen las ideas, el interés… Maldito tópico! Caminan a solas la vergüenza y el método económico. “La efectividad, la producción”. Debe esperar su turno, caballero. Desde el alba, con camisón y trufas. “no es lo que querías, verme desnuda?, un sutil tacto de piel a solas?” No creo en el hambre como consecuencia. Dios te conoce y te quiere como eres. Inviernos mediáticos. Horas para huir de ti, mi clamor.
II
- Por eso una recíproca labor pedagógica vendría a significar la recuperación del pensamiento crítico por el pueblo. Una “efectiva unión entre obreros e intelectuales”. Hoy no existe la clase trabajadora, sino simplemente obreros, estudiantes, inmigrantes. Es labor del intelectual contagiar su interés al del grupo, como huída del modelo individual. Y pertenece al pueblo que ha adoptado la praxis negar una función burguesa del método reflexivo. Un conformismo inútil invade la metrópoli. Alguien responde contra el monopolio ideológico, (o el necesario ajusticiamiento del postmodernismo). Es la idea y la acción.
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