lunes, febrero 20, 2006
Una Buena Chica
- Si subo la escalera y busco en el cielo de Manhattan una ilusión, una imagen. Podría presumir de mis gafas nuevas o resolver la noche como un compañero de tertulias modernas, populares. El sueño americano, con la dosis suficiente de guerra fría y rechazo prudente de los “valores”. Discutir si Ayn Rand favorece la evolución o es todo charlatanería snob. Pensar en Jack Kennedy a cada rato; los nuevos tiempos. Las fórmulas erróneas de saberse libre y actual y moderadamente en forma como debe hacerse en la higiene colectiva. Nuevos estudios socialistas. Por supuesto debatirse entre la chica de la calle, y la belleza doméstica. Una vida peligrosa o a casa a las diez y nada de leer “The Naked Lunch”… Pero la tecnología sabe de mis pecados, me conoce mejor que nadie. Una grabación cualquiera, sutil y emotiva del pasado es hoy carne de restauración, incluso de clasificados. Pienso en la acción prometida, el hornillo de Holan . La chica escupe su canción por la radio. No hay saliva, apenas nieve de otros años, profunda explicación en el tiempo de otros. Hay juventud en Moon River, un futuro sin sentido que ignora los vasos, la risa de jóvenes. Las formas nuevas que no lo son más. Una fragilidad. No importa.
jueves, febrero 16, 2006
Caricaturas
- Desde el pragmatismo del que hace gala nuestro sistema ideológico se repite el mantra de que “las leyes no deben ser promulgadas desde la moral, sino por conveniencia realista de simple protección social”. Desde luego esta influencia relativizadora y a la vez positivista del asunto mantiene una lógica palpable. El Estado como garante moral debe ser sustituido por un organismo mínimo de convivencia en el que la aplicación de leyes se produzca desde el simple y frío cálculo material. No es absurda esta idea. Es más, debemos convenir todos en que la actividad legisladora debe huir de la demagogia moralizante y concentrarse en beneficiar la vida en común. Sin embargo, lo que quiero plantear en este asunto es que el deber de conservación de la ley como garantía práctica debe llevarse a cabo desde una postura moral. Es decir, si el Congreso de los diputados conviene en abolir el delito de homicidio por una razón de oportunidad política, o si pretende excarcelar a terroristas por un bien mayor como un hipotético proceso de paz, lo que se ve perjudicada no es la ley como tipificación ética, sino el espíritu de la ley en un amplio aspecto moral, de cohesión social. O sea, que la ley responde a un aspecto moral que en el fondo se hunde en el carácter pragmático de la codificación: la moral de pertenecer a un grupo humano incapaz de negarse, sensible a la posible desaparición de su Ley como estructura colectiva. En este punto, el ejemplo del proceso del fin de ETA o la pretendida promulgación de la Blasfemia como delito (según los deseos del ínclito Solana) poseen un aspecto regulador oportunista pero inmoral. Los estados pueden aguantar cualquier cosa: corrupción, guerra, crisis económicas, hambre… Pero la negación de la moral como paradigma corrector, eso no. Eso no puede resistirlo. Sobre todo cuando los enemigos lo tienen tan claro.
martes, febrero 14, 2006
Revelación
- Le preguntaré cuando lo vea. Y desde lejos, por si no se acerca le gritaré: “Caballero, eh! caballero, las tres mentiras! Dígame las tres mentiras!”
Observará mi figura renacida del último tiempo. Mantendrá unos segundos el suspense (aunque el tiempo no importe ya). De pronto todo estará seguro.
“1) Los reyes magos
2) La belleza interior
3)El Islam moderado”
Y súbitamente otros le rodearan y no podré seguirlo.
Observará mi figura renacida del último tiempo. Mantendrá unos segundos el suspense (aunque el tiempo no importe ya). De pronto todo estará seguro.
“1) Los reyes magos
2) La belleza interior
3)El Islam moderado”
Y súbitamente otros le rodearan y no podré seguirlo.
viernes, febrero 03, 2006
Las Llaves
- El año Mozart comienza con Lisa Della Casa en el papel de la Condesa de Almaviva. Su canción en mi oído acaba con una monotonía que duraba horas. La beatitud de Wolfgang, su enorme presencia que maravilla y halaga. Ánimo de verdad y de dicha. Con él se cierra el lamento. Se va saboreando el triunfo poco a poco; la humanidad mejorada. Hay en este aria toda la sensibilidad del artista que va abriendo la puerta al oyente, le presenta lo que viene sin dejarle enfrentarse en soledad al llanto. Luego, la pausa; breve, que se rompe con la voz de la soprano. “Porgi amor”. Suave trazo melódico que sube y baja de la mano de Della Casa. El dolor muta su presencia en elegancia compartida. Y al final, se cierra. Brevemente, triste pero tranquilizador: Hay más.
El Bosque En Silencio
- A menudo, entre copa y copa acomete la mala conciencia y nos hunde el percal. Maldita sociedad, urna de parásitos. La epopeya perseguida de un Odiseo rebelde frente a su destino o de un Caín, de espaldas al Dios que conoce. Porque el mito no se reduce a un conocimiento. A saber, la convivencia, a menudo personal pero siempre ideológica entre el hombre y el Eterno. El monoteísmo judío y más tarde cristiano niega una imagen representativa de la trascendencia y la convierte en una idea. De ahí el compromiso personal y crédulo de tantos siglos. Poder interiorizar a Aracne o a los perros de Artemisa alcanzando a Acteón resulta imposible y por eso, la ciudad, la tribu se hunde en un ritual pervertido en drama. Sin embargo, la virtud cristiana devuelve bien por mal, opta por una confianza ciega y por eso más apetecible, más adorable. Ulises sabe que su destino es naufragar antes de volver a casa, a perdurarse en una guerra sin héroes, pero su instinto humano permanece. Ve al enemigo cerca y se le enfrenta. No así el cristiano, el posmoderno de la antigüedad, o el judío, incluso el musulmán, que juegan con un material mucho más voluble que el coraje: La fe.
jueves, febrero 02, 2006
De Los Más Viejos
http://desprendimientos.blogspot.com/ - Me produjo una cierta histeria el texto de Aurora en su blog. Hay una fantasía orwelliana que, por orwelliana, no es menos fantasía. La teoría del carnet que muchos antisistema enarbolan en una crítica al capitalismo como marco incapaz de garantizar la felicidad del hombre. Ignoro los motivos pero creo conocer las emociones que obligan a este tipo de comportamientos. Solemos acusar al mercado de lanzarnos a un consumismo irracional. El texto de Aurora con su enumeración huye de la argumento de manera voluntaria. Busca, con la frialdad del dato, despertar en el lector la vergüenza de la vida: no somos más que un número. Sin embargo creo reconocer en ese texto un tópico de los más felices: Nuestra forma política y económica nos impide desarrollar nuestra individualidad humanamente. No obstante creo sinceramente que la “teoría del carnet” no se corresponde con una idiosincrasia del capitalismo, sino precisamente con un reflejo precapitalista de inmersión individual. A saber, la nostalgia tribal o la opción liberticida. El fin de la Historia que auguraba Fukuyama exige de los estados un optimismo del que generalmente carecen. Se despierta en ellos la mala conciencia de quien se acusa ad intra del genocidio cultural. De ahí los defensores de lenguas, tradiciones, razas, culturas, etc. Lo peor que nos podría pasar es aceptar que nosotros no somos más que como parte de otros. Pero el Apocalipsis de Aurora me parece exagerado. Hala Madrid.
miércoles, febrero 01, 2006
Cahiers du Cinéma
- Sorprende la serenidad, la confianza propia de otros tiempos. Yahvé interroga, conversa con el pecador original, con el sujeto creado. Se aprecia la juventud del Dios, su inexperiencia en el castigo. Su mayor acierto, la justicia que ni siquiera Él ya controla: “La sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra”. La melancolía del arquitecto. La mayor soledad. “Caín, qué has hecho?” No hay enfado en sus palabras, sino el signo de un tiempo equívoco. Tampoco censura: eso viene después. El fraticida, con las uñas sucias de la tierra que cubre a su hermano; pálido, sólo ante un dios que no se decide, que va perdiendo la voz. Entonces, la rebelión aparece de forma impersonal, con la materia creada que exige justicia: “La sangre de tu hermano…”. Se clama muerte. Aún hoy dura la tristeza del poder que abrigaba al mundo. (Gn 4, 10-11)
Un Lugar En El Mundo
- Innoble cacería, expresión de un modelo terminado. Volver a escribirse, a impregnarse del mundo. Cabrá un retorno discreto, una muestra de cordura entre todo el dolor del pasado? Varias instituciones acabadas, extraordinarias construcciones, una facultad sin dueño.
La noche es capaz de susurrar como un coro. De posar su espíritu en los huesos, de mantener una esperanza. Hoy se promete. Misericordia.
La noche es capaz de susurrar como un coro. De posar su espíritu en los huesos, de mantener una esperanza. Hoy se promete. Misericordia.
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