viernes, febrero 03, 2006
Las Llaves
- El año Mozart comienza con Lisa Della Casa en el papel de la Condesa de Almaviva. Su canción en mi oído acaba con una monotonía que duraba horas. La beatitud de Wolfgang, su enorme presencia que maravilla y halaga. Ánimo de verdad y de dicha. Con él se cierra el lamento. Se va saboreando el triunfo poco a poco; la humanidad mejorada. Hay en este aria toda la sensibilidad del artista que va abriendo la puerta al oyente, le presenta lo que viene sin dejarle enfrentarse en soledad al llanto. Luego, la pausa; breve, que se rompe con la voz de la soprano. “Porgi amor”. Suave trazo melódico que sube y baja de la mano de Della Casa. El dolor muta su presencia en elegancia compartida. Y al final, se cierra. Brevemente, triste pero tranquilizador: Hay más.
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