- Se me adelanta en parte Alejandro Gándara en su blog. La extraña sentencia de Hermann Tertsch: “…un autor que parecía destinado a ser un gigante de la lengua alemana y será recordado como poco más que un polemista y senderista por España”. Peter Handke como excusa. La discusión se va moviendo en el terreno de lo políticamente correcto. Se trata de defender la libertad de expresión dejando claro que la postura del autor austriaco sobre el conflicto de los Balcanes es imperdonable. La cosa es más grave. Digamos que el ocultamiento de Handke como escritor posible, es decir, como sujeto con el prestigio suficiente como para ser, por ejemplo, premio Nóbel, obedece a una táctica de la intelectualidad europea, como poco, discutible. La negación de los derechos, no sólo ciudadanos, sino creativos de un escritor por defender determinados postulados políticos, ha sido y es lisa y llanamente, censura. Y no me refiero únicamente al hecho puntual de la obra prohibida en París, sino al silencio que rodea a este personaje, obligado a vivir en la clandestinidad artística.
De todos es sabido que la calidad de Handke como creador está siendo continuamente reivindicada para contraponerla a su “delirio” intelectual. La afirmación de Tertsch no es inocente, supone el paradigma occidental: nadie va a hacer caso nunca más a Peter Handke, nadie va a presentar sus libros, se hablará poco de él. No hay razón alguna para ocultar a un escritor de su altura salvo la ilegítima de la condena inquisitorial. Hablamos de un escritor galardonado en 1975 con el premio Georg Büchner, de sobrada calidad y que se reduce a una caricaturesca figura acompañante de Milosevic; un Sancho Panza cuya realidad se limita al asentimiento de un loco. Peter Handke ha optado siempre por defender a Serbia en el debate internacional. Creo que la postura de Occidente en este asunto adoleció de verdadera descarga analítica. Peter Handke creía que los eslovenos consideraban a los serbios como simples chupadores del bote económico que ellos producían. Todo ello, auspiciado por portavoces alentadores de la ruptura y secesión. Esto se puede leer en la hemeroteca del diario El País, en el artículo titulado: “Adiós a un sueño” del escritor austriaco. Efectivamente, nauseabunda resulta la opción pro Milosevic posterior de Handke. Pero qué hay de realidad y qué de mito en la postura oficialista de los escribidores europeos en defensa de Bosnios-musulmanes y albanokosovares? Y, por supuesto, qué interés?
6 comentarios:
- De lo que hablo es la confusión que la intelectualidad europea establece entre la capacidad creativa de una persona y su compromiso intelectual. Me parece una forma de segregación ocultar a un escritor de notable estatura artística. En lo demás, añadir que los defensores de las víctimas del terrorismo en España me merecen todo el respeto y admiración: savater, juaristi, rosa diez, maite pagaza, etc. Son los verdaderos héroes.
- Me alegro. De todas formas, añadir qe no todos los compromisos son iguales. Un compromiso fascista no puede compararse a uno en defensa de la libertad y la democracia. La labor del intelectual es distinguir el grano de la paja. Identificar acitudes críticamente. Es más que una postura; es una responsabilidad.
Parece que...
Saludos
- Mande?
Ah! pensé que te habías ido, desaparecido, dormido, tragado por la tierra...
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