- Como un emperador que abre los ojos y no ve su palacio. Como un rey olvidado, sin obedientes. Es el fin de la leyenda, de la promesa… No hay expectación, sólo esta realidad que no tocamos por miedo. No preparo ropa para ningún desfile. Ya no hay desfiles. Pero jugueteo a menudo, practico pasos, ensayo discursos… Y SÉ que es una pérdida de tiempo. VEO que no es tiempo.
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