sábado, diciembre 03, 2005
Habitacional.
- Somos un elemento natural desproporcionado. Habitamos el tiempo como de corrido, con símbolos extraños al tacto y al gusto. Perecemos en horas religiosas, en pijamas prestados. Siento decir que le damos asco al mar y a la tierra. ¿Solución? Debemos encontrar un depredador. Uno que nos aceche para arrancarnos los ojos; que nos asalte y nos muerda en el cuello estrangulándonos, y luego le de a sus crías pedazos de nuestro cuerpo. Alguien despiadado, y sobre todo observador, científico y agnóstico. Un sucio león, un extraterrestre, Dios mismo. Representamos una plaga para el cosmos, una ideología dominante y parásita. Un virus en epidemia al fin y al cabo. ¿Tan difícil es encontrar a alguien que nos hinque el diente? Bueno, aunque a decir verdad, también podríamos hacerlo civilizadamente y entrar en un sorteo.
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