- A mis amigos no les has gustado nada el texto que publiqué en este blog bajo el título: “Kibbut Walter Scholem”. Lo entiendo. Pequé sin duda de desconsideración al escribirlo el mismo día en que no asistí a mi cita bimestral (o trimestral) a Madrid. Simplemente me gustaría aclarar que no son ellos “mis amigos integrados en el sistema”. No suelo justificar mis textos, ni siquiera explicarlos. Responden casi siempre a una intuición, a una forma de expresar mis ideas sin tener que dar cuentas a nadie. Me reservo, incluso, la posibilidad de contradecirme o de forzar la moral hasta el límite. Pero esta vez es diferente porque no quisiera dar la impresión de que mis mejores amigos madrileños (¿o amadrileñados?) son un lastre o algo por el estilo. Así que me tragaré mis principios por esta vez y a continuación dedicaré un espacio en este Catedrales de Hueso a un breve comentario de texto.
Últimamente vengo leyendo un maravilloso libro de Roberto Bolaño titulado: “Los detectives salvajes”, editado por Anagrama (Premio Herralde de novela). En ese libro, uno de los protagonistas principales, Ulises Lima, se nos presenta como un clásico tarambana, un ser parásito que vive de sus amigos y del recuerdo de tiempos mejores. En uno de los capítulos, dicho personaje visita Israel y se aloja en un pisito donde viven unos amigos suyos que, pronto, comienzan a incomodarse por la presencia del inoportuno huésped. Pues bien, dicha imagen, me supuso tal impresión, tal necesidad de demostrar (demostrarme) que yo no iba (no podía) acabar así, que redacté en apenas cinco minutos aquel texto breve en el que expresaba mis temores y mi determinación por no convertirme en el “tío guay” de los hijos de mis amigos. Comprendo (también me lo temí poco después de haberlo escrito) que en mi grupo madrileño se hayan sentido identificados, pero no es el caso.
Está claro que mi texto forma parte de un futuro no deseado, de una situación que no espero ni para mí ni para ellos. Son la gente con la que siempre quiero compartir las cosas, con las que quiero pasar el rato conversando, saliendo por ahí, riendo (me estoy poniendo cursi, ¡basta!). Hoy por hoy, ni me he cansado de ellos, ni les considero arena que soltar por ninguna borda (ni hoy por hoy, ni nunca, la amistad es una carrera de fondo). Al contrario. Sólo espero volver pronto. Desde aquí un beso a todos: ¡ABAJO EL SISTEMA!
3 comentarios:
Vale, soy una susceptible y me encanta dramatizar. No tenías que justificarte. Cambio arena en los ojos (escuece) por sonrisa complice: ¡ABAJO EL SISTEMA!
(Siempre consigues hacerme reir. Así no hay quien se enfade contigo)
Vale, soy una susceptible y me encanta dramatizar. No tenías que justificarte. Cambio arena en los ojos (escuece) por sonrisa complice: ¡ABAJO EL SISTEMA!
(Siempre consigues hacerme reir. Así no hay quien se enfade contigo)
tu post no deja de ser duro, aunque hayas hecho el esfuerzo de comentarlo de nuevo.
soy un amdrilen^ado que te quiere, pero no evitare alegrarme si un dia rechazas mis mantas y cafes calientes, que aun asi te seguire ofreciendo cada man^ana, si con ello consigues no ser esclavo de la imagen que tienes de la imagen que nosotros tenemos de ti.
Si fueras un gracioso que anima las fiestas no seria amigo tuyo.
(Sabes quien te escribe; siempre me ves venir a la legua)
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