La periodista y el
anciano conversan en una de las salas del museo dedicado a la catástrofe de
Chernóbil en Kiev. El hombre fue uno de los que se quedaron para sellar el
reactor tras el accidente, evitando una fuga mayor de radioactividad. En
definitiva, el tipo se mantuvo en su puesto, arriesgándose a no contarlo, mientras
los demás huían. Rodeado de fotografías y recuerdos, con casi treinta años más encima, habla de sus compañeros y
de ese infierno que se desató de improviso, y al que hizo frente obviando la
amenaza. “¿Por qué?”, pregunta ella. La respuesta, breve, se ofrece sin vanidad:
“Alguien tenía que hacerlo”.
Los héroes, en esta
época de cinismo y Twitter, sobreviven en las coordenadas de su especialidad. No hay
gigantes que derrotar, ni doncellas en las garras del dragón. No quedan
revoluciones. La realidad es prosaica: el fotógrafo que avanza entre las balas
para lograr la mejor instantánea, el bombero que se expone al fuego para
rescatar a las víctimas… No hay victoria ni recompensa. Apenas el sueldo y
alguna gratificación a final de mes. Poco más que esa vuelta de tuerca, que
convierte una actividad alimenticia en toda una hazaña. Esa pizca extra de
exigencia que uno espera evitar, pero que golpea sin misericordia.
“Ya sin Dios y sin
nadie” -que decía Claudio Rodríguez-, el mal amenaza la total destrucción. La
muerte es real por primera vez. Por eso, la esconden y apartan del escaparate
de juventud en el que se ha convertido la cultura. Con este panorama, la aparición
de un virus supone la llegada mediática de la guadaña. El ébola recupera el
discurso del hombre como ser que acaba. Y, frente a la enfermedad, los héroes.
Poco importa el sueldo o la fama que estrenan estos días. En las fotografías se
los ve sonrientes, tímidos, aparentemente ajenos al peligro que administran.
Están muy por encima de los partidos. Satisfechos. Rozan el bien absoluto y
estremecen al público con su arriesgada labor. Tienen nombre: Marta Arsuaga, Fernando de la Calle y María del Mar Lago. Hay
muchos más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario