jueves, diciembre 20, 2007

Mudanzas

- ¿Qué fantasía navegas? Hablando del desierto que pisas, las baldosas sueltas que provocan tu caída. ¿Habrá caída? Dudo de esa posibilidad, de tu protagonismo siempre tan sereno, como sorprendiéndote de valer para esto. El viaje es el que ordena, el que escribe la visión siempre en lengua viva, en tiempo real, sin amarrar la memoria como un barco viejo y oxidado. Así son las cosas. Uno puede soñar, pero hay aire que respirar, mañanas y noches, aún la claridad o la espesa niebla. Pronto eres adiestrada para soportar ese golpe de materia y de hambre que lo sujeta. Un adiestramiento espartano. Pero tú eres muy fuerte y ya guías tu nombre por los peligrosos desfiladeros de las décadas aún no vividas, por orillas secas esperando la bendición de la marea.

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