martes, diciembre 26, 2006

Moral 4

Hasta en mis sueños te me has negado,
y sólo me has enviado a tus doncellas.

Ezra Pound


lunes, diciembre 18, 2006

Aviso

- El daño que hacen las palabras cuando se dicen de refilón, cuando no se agotan en el argumento sino que pretenden simbolizar, plasmar lealtades, a menudo, irreconciliables. En España no hay guerra civil. No hay muertos ni siquiera se oyen disparos por las calles al anochecer. Nadie pide socorro ni ha de esconderse de de los implacables sicarios tan célebres en la historia de nuestro país. Aún las amistades trasmiten paz y no desconfianza.
Pero el carácter crédulo del español (ya se sabe: “todos curas o todos a matar curas”) dispone contra la inteligencia, a favor siempre del culto personal, de la admiración por doctrinas interesadas o, más directamente, dañinas. No hay ciudadanos, eso es tan real como la tierra que pisamos, y lo saben los empresarios, y los portavoces, los voceros oficiales que, aún hoy (parece mentira) crean opinión y no metafóricamente: emiten opinión y saben cómo vestirla de lenguaje para que el pueblo la haga suya como una oración aprendida a base de repetir y sin sentimiento.
Lamentablemente, los años que han ido pasando desde la muerte del dictador de nombre impronunciable, trajeron un nuevo pensar, una nueva estética mal llamada progresista que fue convenciendo, increíblemente, a los sectores más cool de la izquierda española, de que las ideologías nacionalistas, independentistas (en otros lugares de Europa consideradas de extrema derecha) eran parte del programa alternativo y social que debían ofrecer. Ahora callan ante la libertad que se hunde en Cataluña, ante lo grotesco del BNG en Galicia o ante la conversión de la sociedad vasca en un pueblo terriblemente calado de inmoralidad y de nazismo. Y lo que parecía a priori, imposible: convencieron a la izquierda española para que procediera a la efectiva destrucción de su país, utilizando una tras otra, toda una gama propagandista para que los españoles se avergonzaran de vivir juntos, de la historia que los había hecho caminar en la misma dirección. Esa historia (por supuesto a menudo canallesca, como la de tantos lugares) que de traer un buen mensaje de unidad de lo diferente, ha pasado a ser simple río que apedrear como costumbre.
Los nacionalismos lograron, con sus reivindicaciones, normalizar su cultura durante tantos años maltratada y silenciada. Pero las oligarquías políticas y económicas de dudoso origen y terrible meta exigieron más poder, más control, más influencia. De la manera más desvergonzada se fue aceptando el lema descentralizador como futuro libertario y democrático…y racial, ¿por qué no? Cuando sólo escondía reacción feudal. Mal asunto.
Hoy, entre las voces cada vez más altisonantes, se exige una respuesta moderada, más en línea europea (de la buena Europa) que traiga por fin aires de libertad y ciudadanía a este país tan lento en el progreso pero tan capaz de unir y resucitar de cada hueco abierto en su historia.
Pueden ser los Ciudadanos catalanes, los Savater vascos, los intelectuales honestos que no propongan la rendición y el olvido.
Y desde la izquierda, para que nadie se asuste, y desde el liberalismo, tan urgente, podremos de nuevo respirar en este país.

miércoles, diciembre 13, 2006

Biblioteca


- Lo importante ha seguido siendo la aventura de la carne, la humilde normalidad del amor entre dos solos. Y entregados. La búsqueda final de una hora feliz en la que no sea sino la comprensión de una mano o de un aliento para conocerse.

Esa realidad cualquiera de un espacio hecho de palabras, de gestos, de una mirada cómplice o de una buena contestación que van justificando la vida para no dejarla sólo responder a lo más bajo y vulgar.

Quiero decir.

No frente al espejo sino en la verdad con otros.

Decir siempre y decir alto.

martes, diciembre 05, 2006

Oración

- 1) Quizás Lula Mae y su conversación con Doc en “Desayuno con Diamantes”: Yo ya no soy Lula Mae…y el autobús que se aleja y con él toda una vida.
Puede que el tiempo de observancia, de reflexión y de abandono produzca frutos y felicidad. No lo dudo. Es más, estoy seguro, aún diría más, inquietamente convencido.
El asunto, como yo lo veo, radica, evidentemente en nuestra personalidad y las circunstancias que, lejos de completar, aíslan, frustran y entorpecen…¿No puede escaparse de esto? Claro que sí. Simplemente debes desearlo, decidirlo.
Pero es tema complicado. Derruir murallas en la búsqueda de un nuevo ritual, de una nueva mitología quizás da aún sensación de rebeldía. ¿Pero el silencio? Hoy me han dicho: T.S Eliot era un pobre hombre. Nada más claro, más supuesto, ni más tenebroso. Ya se van cerrando las salidas. Va aguardando a que estemos solos para seducir.

2) Entre toda esta luz y este ruido e imágenes que van asediando al hombre y lo confunden y le encierran la vida entre la carne y el deseo.
Mientras oigo la mentira y la felicidad impostada y la falsa libertad de quien no ama, de quien no puede amar y sonríe al referirse a libros y películas.
Mientras tanto mal envuelve la materia a tanta gente, resurge en soledad y en amargura; y la oración se ha perdido entre ondas de un sonido urbano,

TÚ, quizás…

martes, noviembre 28, 2006

Leonard Cohen - first we take manhattan

leonard cohen first we take manhattan

(I'd really like to live beside you, baby

I love your body and your spirit and your clothes

But you see that line there moving through the station?

I told you, I told you, told you, I was one of those....)

lunes, noviembre 27, 2006

Hay Silencio


- “¿Qué os parece, monjes, las formas materiales son permanentes o impermanentes? –Impermanentes, señor-. Y lo que es impermanente, ¿entraña placer o sufrimiento? –Sufrimiento, señor-. Y de aquello que es impermanente y mudable y que entraña sufrimiento, ¿os parece que se pueda con razón decir: esto es mío, yo soy esto, éste es mi Yo? –No señor-. Exactamente igual sucede con las sensaciones, las percepciones, las actividades mentales y la consciencia: todo es impermanente y mudable, todo entraña sufrimiento y de nada puede decirse con razón: Esto es mío, yo soy esto, éste es mi YO”.


* *

1) Gabriel amenazó con reducir la marcha si no se estaban quietos los de la parte trasera del coche: “Anda, que a buena hora se me ocurrió sacar a estos capullos de casa, pensó, la mitad del viaje tocándome los huevos”. Gabriel opinaba que la fortuna era algo debido, que no correspondía al azar o al esfuerzo, sino que estaba escrita en alguna parte para él, desde el principio de su vida. Por ello, los saltos de suerte, la frontera entre lo real y lo ideal apenas eran nítidos; “mi carrera tendrá su explicación al final; éste espacio entre los dos coches, el esguince de tobillo, los golpes, el amor…todo ello es claramente el elemento diferenciador entre los otros y yo”.

2) La carrera ha empezado en Nashville. Los participantes se sitúan en la línea de salida. Los favoritos buscan confirmarse en tan importante evento. La muerte de uno de ellos, ¿Será acaso debida, o más bien forma parte del juego de intereses que van flotando por el aire? Primero liberarse, y luego construir. Pero ¿es de verdad necesario desnudarse en público? Ni siquiera es más cómodo en un hotel o después del amor...

miércoles, noviembre 22, 2006

Cebolla

- Me sorprende y me inquieta la cita de Wittgenstein que preside el blog Naranja Amarga http://naranjamarga.blogspot.com/ : “El mundo es como es y ocurre como ocurre”. Leerlo puedo compararlo a despertar de un sueño o recuperarse de una gripe: todo parece abrirse con nueva perspectiva, con fresca realidad que huye de los habituales pliegos románticos, sentimentales que envuelven la realidad, ocultándola. Toda nuestra vida transcurre entre promesas de felicidad, convenciones sobre cómo materializar nuestros sueños en la bondadosa sociedad del mercado, tristezas sobrevenidas sin pretenderlo, graves carencias afectivas, menos calor humano, cada vez. Porque la vida va tratándose de un futuro próximo, de una realización que no es inmediata, ni siquiera deseada pero que está ahí como una siniestra presencia que obliga, insta, sugiere siempre en el oído de cualquier sujeto. Una iglesia, una esperanza, Dios, el amor, la felicidad… fluyen hacia el hombre con determinación de sacar varios puntos (inútiles) a la muerte, a la injusticia, que, esas sí, existen si duda y dan dolor. Hoy que llueve sobre Santander uno parece detener el tiempo, sacar lo mejor de un instante que sabemos nuestro porque lo vivimos, o porque creemos vivirlo, y busca disfrutarlo en compañía o en soledad: una conferencia, un libro, el cine (siempre el cine), para crecer y no ser un anónimo hombre gris, ladrón del tiempo. Pero sabemos que no basta y que eso va a ser siempre el problema: que no somos, sino con los otros, piezas que ensamblar con alabanzas o con piedad. Se trata, al fin, de buscar lo útil.

lunes, noviembre 20, 2006

Los Versos De La Madera


- Concluye el ciclo “Sahara Occidental, el sentimiento de un pueblo” con la esperada conferencia del poeta Limam Boicha. El salón habilitado ad hoc por Caja Cantabria se quedó pequeño una vez más ante la asistencia de amigos, camaradas y curiosos. Un lleno espectacular que demostró una vez más a los escépticos la rabiosa actualidad de la que goza un tema como el del conflicto de la antigua colonia entre el pueblo español.
Limam Boicha llegó puntual con una apariencia de humildad y de serena inteligencia y, silenciosamente, tomó asiento y comenzó una emotiva conferencia empapada en poesía y llena de ilustrativas anécdotas sobre la idiosincrasia del pueblo saharaui.
Mientras hablaba, tuve cuidado en fijarme detalladamente en un hombre que hoy, aquí, servía de ejemplo, de abanderado, de representante también (¿por qué no?) de toda una nación explotada, marginada como pocas y, además, silenciada en los medios de comunicación de nuestro país.
Capté al instante, su “castellano musical y dulce”, en palabras de Gonzalo Moure, su condición de hijo de su patria y también de ahijado del pueblo de Cuba , que lo cobijó y educó durante 12 años. Su pequeña estatura, su mirada profunda y el color cobre de su piel parecían decirnos: “esto es lo que somos, esta piel preparada para el sol, esta elegancia que sólo el desierto y la penuria puede otorgarnos y que convertimos constantemente en dignidad y lucha”.
Pausadamente, el poeta, inició su corto (¿corto?, ¡más de una hora!) pero intenso relato. Su vida, sus anhelos, su identidad quedaron al descubierto en pocas palabras que sonaron a muchas voces. Nos contó de la hospitalidad de sus conciudadanos: cenan tarde (casi a las doce o la una de la madrugada) pos si el desierto trae a algún viajero con más necesidad de probar su pan y beber su té; de su trabajo para poner en claro su identidad, su redescubrimiento de las raíces culturales de su pueblo…Nos habló de los caminos de la infusión casi sagrada de los saharauis: amargo, como la vida; dulce, como el amor; y suave, como la muerte. Tanto que escuchar y que compartir con un viajero y un amigo noble.
A lo largo de la conferencia, se sucedieron tres palabras que, indistintamente, me iba sugiriendo la voz de Limam: al principio, Movimiento; el movimiento de un nómada. Primero como hijo de nómadas del desierto, y luego, también, como exiliado en el Caribe. Más tarde, Identidad; la que busca en su regreso, la que encuentra, al fin, entre los suyos. Por último, Sustancia, la que solo puede dar la tierra y la vida entre la gente. Sus poemas, pues, son parte de su camino, de sí mismo.
Ahora, para terminar, comparto con vosotros un poema de su libro: “Los versos de la madera”:

Mi padre me dijo:
“Yo nací el año
de los dientes verdes
de los dromedarios”.

Ahora yo me pregunto:
¿Qué hemos hecho de nuestros años,
tan lejanos y estrechos?

¿Cayeron malbaratados
entre el olvido de la tradición
y la sed de las dunas?



¿Se esfumaron en el aire
como haces de leña?

Buscad los años en la poesía
Huesos de la memoria,
Como nuestros antepasados.

Nuestros años son versos,
Como una lluvia de estrellas,
Como la hermosa yerba
O el parto de las abejas.

Estos son nuestros años
Abandonados,
Esqueletos trágicos
Como grandes tormentas,
Como una lluvia roja
O un vendaval de langostas.

Y no estos otros
Incipientes y artificiales
Que ahora colgamos
Del almanaque
De nuestros sueños.

(Mitología).

domingo, noviembre 19, 2006

Síntesis


- Como los ungüentos no han curado y sigo con los ojos apretados para paliar el hambre y el frío, me tapo la cara con la manta. No ha tardado el invierno en llegar para quedarse, de romper el cristal del verano con un cierto tacto de merodeador. El sueño de noviembre no es como el de junio. Yo suelo pensar en osos cuando voy a dormirme, en hogueras, en cuevas de cobijo. Hoy no. Quizás el jarabe o los analgésicos fueron más astutos que mi mente e impusieron su dominio. Alguien oculto, en plan oyente me exige un poema de Gil de Biedma. Yo no sé por donde tirar, no acierto a dar con los versos, me agobio en rescatar del olvido versos reconocibles. Encuentro un poema. Y empiezo: “Definitivamente/ parece confirmarse que este invierno/ que viene, será duro”. El inicio, prometedor de cuento en la nieve, de oportuna razón para quejarse. Y sigo, en innecesarios e inventados versos para dar cuerpo al poema. Y, finalmente, concluyo: “como dicen que mueren los que han amado mucho”. Y se cierra, así, la obra, sin atender al hecho de que he mezclado dos poemas de Jaime: “Noche triste de octubre, 1959” y “Pandémica y Celeste”. Curioso que saque en claro en un sueño, versos perfectamente declamados, justamente recordados también y sin errores. Pero la noche del durmiente enfermo pasa lenta con un halo de convalecencia y mala disposición para el autocontrol. En las horas finales de la oscuridad, casi con las primeras luces del nuevo día, emerge como si nada, T.S Eliot del baúl del lector descuidado. Y se va repitiendo sin cesar la palabra del americano, el último verso de “Miércoles de ceniza”, como un mantra, sin cesar para la mejora: “Y llegue hasta Ti mi clamor”, “Y llegue hasta Ti mi clamor”…

viernes, noviembre 17, 2006

El Sueño De Garmish-Pantenkirschen


- En los sueños del niño-escritor vuelan alto los personajes compartidos, los ejemplos de humanidad que las bellas historias dejan para que cuiden nuestra vida y nuestro crecimiento. De ahí que los cerebros infantiles aglutinen imágenes de bondad, de valentía, del honor y el compañerismo propios de argumentos nobles y fantásticos. Por eso la literatura no forma parte del a vida cotidiana pero ésta se ve inspirada por los relatos más memorables, más necesarios.
Aún recuerdo cuando mi tía me regaló mi ejemplar de “La historia interminable”. Yo tenía 11 años. Todavía, con el paso del tiempo, revivo la inquietud que me produjo ver un libro tan “gordo”, con una letra tan pequeña. Fue mi primer desafío literario, la primera vez que dejaba a un lado los discretos libros del “Barco de vapor” y llegaba a mis manos un volumen verdaderamente serio ( o eso me parecía).
De la experiencia lectora de ese maravilloso relato de Michael Ende, guardo un recuerdo imborrable pero también ha quedado dentro de mí la imagen del alemán como el escritor, digo más, como el ESCRITOR, por antonomasia. Me ocurre con frecuencia cuando alguien me habla del oficio de escritor: no puedo sino imaginarme una vida serena, feliz en alguna ciudad centroeuropea, comprando en pequeñas y románticas tiendas de comestibles, saludando por la calle a los vecinos, llevando un discreto y agradable anonimato, siempre con la idea de escribir historias agradables, que nos hagan ser mejores a todos. La figura protagonista de mis imágenes es un cincuentón de barba blanca y espigada figura. ¿Quizás Ende? No lo sé. El caso es que siempre mantuve la esperanza, de niño, de visitar algún día a Michael Ende, de compartir con él ratos de conversación, de complicidad creadora, de sueños cómplices…Pero la enfermedad se lo llevó hace ya once años. De él nos queda tanto, tanta fantasía a la espera de ser despertada por nuevas generaciones de niños y niñas, tanto que aprender de Momo, tanto que identificarnos con Bastian…Aún es pronto para que, también nosotros, aportemos nuestros sueños a la vida que tanto amó Michael Ende.

martes, noviembre 14, 2006

De Arena Y Silencio


- Cuando tratamos de encontrar una respuesta válida a un problema político o social contamos siempre con la posibilidad de no tener razón, de exagerar o de liarnos en recovecos teóricos y perder la objetividad y el contacto con lo real. Es algo habitual en las sociedades occidentales, donde el gusto por la posiciones y por los “compromisos” irrenunciables suele trascender el frío análisis. No es complicado, pues, confundir a la opinión pública con debates inútiles y retorcidos sobre quién es culpable y quién es un héroe en cada uno de los problemas del mundo. Observo cada día la aparición en los medios de comunicación de nuevas problemáticas, nuevas tomas de posición de intelectuales y no me queda más que pensar: “de acuerdo, nadie tiene toda la razón en esto”. Pocas son las ocasiones en las que uno puede relajarse en una opción sabiéndola correcta y justa.
Ayer por la tarde acudí a la conferencia que ofreció el escritor Gonzalo Moure dentro del ciclo: “Sahara occidental, el sentimiento de un pueblo”. La verdad es que mi conocimiento del asunto del Sahara es menos que discreto. O sea, que parto del conocimiento básico de cualquier ciudadano español: “España abandona su colonia en el Sahara y Marruecos invade el territorio agregándolo a su dominio”. Vamos, que desconozco en profundidad qué se está haciendo y cómo va el sempiterno referéndum de autodeterminación prometido por la ONU. Gonzalo disertó durante más de una hora sobre su relación con el pueblo saharaui, su amistad con el poeta Limam Boicha, su profundo desencanto con la actual situación de un crimen internacional obviado por los medios de comunicación y su compromiso de continuar batallando como un soldado más (un soldado de paz y de cultura) defendiendo el derecho de este pueblo (éste sí) oprimido y vilipendiado.
Y ahí encontramos una muestra de cómo intereses ocultos y malignos pasan por encima de la nobleza de la ciudadanía y tratan de enfriar el problema, de que no se hable demasiado sobre una situación que clama al cielo y al hombre. España tiene no sólo la responsabilidad de origen, sino, sobre todo, la oportunidad de solucionar esta injusticia ya que legalmente aún conserva el status de potencia colonial del Sahara y le bastaría con un simple acto administrativo ante la ONU para que se realizara ya esa consulta prometida.
En nuestro país un 98% de los ciudadanos están a favor del derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Rara vez se encuentra tal unanimidad en los problemas que consideramos vitales para el normal funcionamiento de las instituciones. ¿Por qué, entonces, el gobierno (éste, todos) no han encontrado ni un solo día de valor ante Marruecos y la comunidad internacional para acabar de una vez con esta masacre que ya dura 35 años? Hay intereses, claro: económico y políticos (EEUU es un firme aliado de Marruecos).
Como decía, hay asuntos que por su especial familiaridad, o por su clara realidad nos tocan muy en el fondo. Aún cuando no estuve quizás de acuerdo con todo lo que dijo Moure ayer en Santander, sobre todo en lo relacionado con el excesivo nacionalismo cultural con el que quiere impregnarse toda actividad del Sahara, sí encuentro algo luminoso ahí: la evidencia de la razón en un problema político. A saber: Marruecos ha violado la legalidad internacional y España no ha hecho nada para remediarlo; entre medias, todo un pueblo sufre de la exclusión, la cárcel y la tortura en su propio territorio.

lunes, octubre 30, 2006

Al Tercer Día

- En ocasiones la labor creativa nos la creemos única, personal, exclusiva hasta la inmodestia. Son casos en los que nuestra concepción del mundo y los sentimientos que nos produce el cotidiano acontecimiento de vivir aportan a la materia un halo de buena voluntad, de atención y de profundidad individual que es, al final, de lo que se trata en literatura. Lo malo es que los minutos que hemos vivido rara vez ofrecen reflexiones novedosas, radicales aportaciones a la humanidad, visiones necesarias para el pueblo. Entonces sucede la admiración y también algo de rencor a la mente privilegiada que nos roba en el pasado nuestras certezas presentes. Algo así me ha ocurrido recientemente con la lectura de “La muerte de Ivan Illich” de León Tolstói. Hay en el escritor ruso toda una obsesión sobre el paso del tiempo, el cumplimiento del deber, la aceptación de la transitoriedad individual, que, de alguna manera, condensan toda la preocupación visceral del hombre moderno. En apenas 150 páginas el hombre que somos, con toda su indecisión, con todo el horror que su orfandad de Dios le produce, se vuelve aún más vulnerable al asistir a su propia destrucción sin un final esperanzador que ilumine la fe que late aunque muy lejos. Lo bueno de Tolstói, lo genuino y, a la vez, familiar en cualquier lector preocupado, es su propio espíritu contradictorio: conde y zapatero, cristiano y descreído, hombre moral y al mismo tiempo cobarde y acomodado, asceta y jugador. Y ahí, en ese universo vital del ruso, podemos sentirnos a salvo en el pecado que tarde a tarde, mañana a mañana alimentamos con desidia e incluso con insurgente rabia. La vida nos ata, que diría Gil de Biedma, pero ¿sus frutos son también parte del mapa oculto que nos guía en esta existencia tan aparentemente hueca?, ¿O sólo la virtud y el mal hacen huella en nosotros?

viernes, octubre 13, 2006

Ceremonia

- La última noche no salgo y me quedo a solas con la biblioteca. Es difícil hacerse una idea del gran silencio de mil voces que nos acoge y nos ata en el papel. Tantas apuestas comerciales, tanta idea vuelta en nada, sin influencia ni lectura. Ahí, los libros de Grosso, de Reich, de Lukacs. El freudomarxismo, no me digas tú... Papelera más que éxito o que esperanza. La magia de los libros la podemos dividir en dos grupos: 1) Los que lee mucha gente y uno disfruta leyendo a coro (Harry Potter), y 2) Los que ya no lee nadie o de los que nadie habla por olvido o por desidia. Uno se les acerca como tratando de escudriñar en exclusiva su misterio, buscando la complicidad, la ternura marchita de ese libro que ya no es sino en breves instantes y para unos pocos. Hablo de Alberto Moravia y su “Viaje a Roma” y de Calvino en la vieja edición de 1972 de “Las ciudades invisibles”. Anoche me quedo con esta magia dialogada de Marco Polo y el Kublai Kan en la que el italiano ofrece al monarca una visión de diferentes ciudades con nombre de mujer. Lectura amable, críptica a veces, poética y siempre talentosa…y única. ¿Somos lo lectores, cuando la moda y el tiempo han pasado, ratones que arrancan las palabras de hojas huérfanas?, ¿Acaso no se dijo siempre que la literatura era, fundamentalmente, resistir a la muerte, al tiempo? El olvido pesa tanto en las manos de la juventud que resucitamos lo que mata o lo que oculta. Y nos hacemos intérpretes de lo que faltan. Los pequeños libros que no marcan época.

sábado, septiembre 30, 2006

Samaria



“¿Qué me importa la multitud de vuestros sacrificios?. Estoy harto de holocaustos de carneros y de grasas de becerros; la sangre de novillos, de corderos y de machos cabríos me hastía... Me causa horror su incienso... Lavaos y purificaos, alejad vuestras malas acciones de mis ojos; dejad de hacer el mal, Aprended a hacer el bien, buscad lo que es justo, socorred al oprimido, haced justicia al huérfano, defended a la viuda” (Is.- I:11, 13, 16-17).

miércoles, septiembre 20, 2006

De Thomas Merton


Dios, Señor Mío, no tengo idea de adónde voy. No veo el camino ante mí. No puedo saber con certeza dónde terminará. Tampoco me conozco realmente, y el hecho de pensar que estoy siguiendo tu voluntad no significa que en realidad lo esté haciendo. Creo que el deseo de agradarte, de hecho te agrada. Y espero tener ese deseo en todo lo que hago. Espero que nunca haré algo apartado de ese deseo. Y sé que si hago esto me llevarás por el camino correcto, aunque yo no sepa nada al respecto. Por lo tanto, confiaré en ti aunque parezca estar perdido a la sombra de la muerte. No tendré temor porque estás siempre conmigo, y nunca dejarás que enfrente solo mis peligros.

lunes, septiembre 11, 2006

11S


- Cinco años sin pretender justificar la melancolía, la nausea que han dejado. Miro el calendario y el vértigo se acentúa. Yo soy más viejo y mi espacio empequeñece. No lo dudemos: fue el fin de la posmodernidad. Se acabó el jugar con las palabras, el grunge, la metafísica de las costumbres. Creímos haber acabado con los bajos fondos del hombre, con la crueldad, con un odio parejo al crimen. Pero fue el vano. El mundo se mostró con nueva fiereza. Y somos menos. Concretamente miles.

sábado, agosto 19, 2006

Desde La Torá


- A Maimónides (Rabí Moshé ben Maymon), le debemos su resumen de la fe judía* en trece artículos:

1) Dios es creador y providencia del mundo.

2) Dios es uno y único.

3) Dios es espíritu y no puede ser representado bajo ninguna forma.

4) Dios es eterno.

5) Sólo a Dios debemos dirigir nuestros rezos.

6) Todas las palabras de los profetas de Israel son verdaderas.

7) Moisés fue el mayor de todos los profetas.

8) La Ley, tal como los judíos la poseen, fue dada por Dios a Moisés.

9) Ningún hombre tiene derecho a reemplazarla ni a modificarla.

10) Dios conoce todas las acciones y todos los pensamientos de los hombres.

11) Dios recompensa a quienes cumplen sus mandamientos y castiga a quienes los transgreden.

12) Dios enviará al Mesías anunciado por los profetas.

13) Dios hará que los muertos vuelvan otra vez a la vida.



* Alejandra Cukar e Igor Zabaleta: Judaísmo: El Culto de las Doce tribus.
Editorial Edimat.

viernes, agosto 11, 2006

Un Cierto Dominio


- Cuando los domingos parecían aún domingos. El cielo cubierto, la mañana húmeda del norte y las narices taponadas por la alergia. Cuánto de verdad en esa experiencia solitaria, melancólica de estar bien (no digo a gusto) en tu entorno, seguro de que la vida debe desarrollarse de esta manera y no de otra. Quizás emitan “Juegos sin fronteras”. ¿Recordáis? Y la merienda podamos mojarla con naranjada. Sofía estará en su terrible Noruega natal, analizando los insectos del jardín, limpia, como solo las nórdicas pueden serlo. Y todo así, que hasta esperamos con ganas un fin de semana, para no salir, sólo disfrutarlo con alimentos antiguos (llámese Foigras, Fanta, Nesquik) y ropas de niños. Luego, quizás el tiempo mejore y vayamos a pasear cerca de la playa. Tú con tu toalla o la sombrilla. Yo prefiero el rastrillo y el cubo. Ser un niño bueno, al fin y al cabo y poder no pensar en nada demasiado a fondo…Pero quizás mejor así. Con esta silueta de plenitud a la espera. Sin aquellas mañanas de amor-en-familia. Pero más capaces, también, de no llorar por las noches.

miércoles, agosto 09, 2006

Esfinge


I

- ¿De qué otra orilla me acuerdo escuchando “Here With Me” de Dido?...¿Por qué tu adiós no produjo fantasmas? Y tu antídoto es genuino como para adorarte en ausencia, en fantasía. Una cámara lenta que sugiere interés, felicidad de juventud, calles conocidas como testigos de una vida plena. Los otros que sin urgencias se preocupan de nosotros porque no nos miramos a los ojos cuando nos decimos cosas, ni mostramos excesiva piedad a los necesitados. Porque tú fuiste la primera en marchar y ahora que me quedo solo bajo la protección de algún demonio bueno, miro hacia atrás y descubro que fue verdad lo que duraste, que no fue invención ni lunática respuesta hacia el tiempo que habían prometido. Que nos habían prometido.



II

- Me gustaban los sombreros que solías llevar en aquellos días de 1979. Ahora cuando veo Manhattan, y Diane Keaton dice todas esas cosas de Bergman o Allen trata de cubrirse de la tormenta frente al observatorio, trato de buscarte entre la gente, porque tú ya eras entonces. Ya escapabas de la vulgaridad con todas las ganas de “no perder el tiempo”. Y hacías como que me pegabas cómicamente en el hombro o jugabas con mi pelo. O te escondías en el apartamento para jugar, o leías a Kundera. Pero digo de los sombreros porque tenías muchos y muy diferentes. Y no te gustaba repetirte en eso. De vez en cuando tratas de volver a verme y yo te rehuyo, me alejo de ti para no ver algo más que juventud, para evitar, al menos, las arrugas, los malos modos de un juego no tan brillante. Como será el tuyo ahora, que los años son más pesados y no te quedan sombreros.


III

- Sé que no quedan más años. Mis hijos han tratado, en vano, de visitarme. Prefiero quedarme con mis pájaros. No quiero molestias, ni representaciones. No los quiero. Ni a la nena, ni al mayor. Yo me quedo tan a gusto con mis libros también, que no abandonan a un viejo, aún medio ciego, que los mima y los acaricia como antaño. No me quedan años, apenas meses. Sigo esperando, sin sentido, el regreso, la aparición, el milagro que me la devuelva. Él sabe que vive lejos y por eso cuando le pregunto: “¿Ha llegado?”, me contesta: “Mañana, Señor”. Y yo me lo creo. Y duermo feliz, con su recuerdo todavía joven entre las sábanas.

lunes, agosto 07, 2006

La Humedad Del Mundo

"Las cárceles se arrastran por la humedad del mundo,van por la tenebrosa vía de los juzgados:buscan a un hombre, buscan a un pueblo, lo persiguen,lo absorben, se lo tragan". Miguel Hernández.

- Aún cuando los demás tratan de sacar provecho de nuestras situaciones (para bien o para mal), el resultado es netamente individual. Así, por ejemplo, la Primera Comunión, que no deja de ser una celebración familiar sin más historia pero que es el niño o la niña quien “sufre” o “recibe” las consecuencias. Cada vez que interpretamos el papel de feliz comunidad (ya sea simplemente vecinal o de parentesco, incluso política) no hacemos sino perpetuar la condición de parásitos de un individuo. Éste, principal protagonista de su historia, cede parte de su actividad en favorecer la dicha de un grupo de personas. La intervención del “grupo” como cuerpo aglutinador de diferentes ceremonias es la que da sentido a muchas de ellas. De lo contrario, el aburrimiento sería inaguantable, por otra parte.
Pero diciendo esto como introducción; o sea, el espíritu de verbena que dejamos ver en nuestro quehacer cotidiano (bodas, bautizos, cumpleaños, funerales, etc), y que hasta es gracioso y muchas veces agradecido (¿quién no se ha aburrido en una boda?), no podemos dejar de atender al otro rasgo social que nos define y nos condena también al morbo y a lo desagradable: nuestra vida tiene un episodio imposible de pasar sin la intervención de los “otros”: La muerte. Un funeral no deja de ser, en teoría, un homenaje, un recordatorio en el que deja ver toda una vida de amistades y negocios sociales. Incluso en EEUU, los actos fúnebres no terminan en la inhumación sino que se alargan hasta el hogar de fallecido donde se dan rienda suelta a las narraciones de anécdotas y experiencias compartidas, ante una bandeja de canapés o una botella de Ron. Por lo tanto pensar en la incipiente descomposición del cadáver y en la “fiesta” que al mismo tiempo tiene lugar en el hogar del fallecido provoca, cuanto menos, un escalofrío.
Pero no era éste el propósito de mi texto. Yo quería hablar del utilitarismo que en nuestra sociedad, como en otras (casi en todas) es característico. Nuestra vida cotidiana, los episodios fundamentales que nos hacen sufrir o disfrutar están a merced del gran ojo del coro social, que muchas veces es de agradecer, pero otras toca los cojones.
Espero no ser tratado de demagogo si, enlazando con esto, hablo del edificio capital en cuanto a intervención social se refiere: la cárcel. La cárcel personifica como ninguna otra cosa la hipócrita búsqueda de control del individuo y de prevención general de la masa ciudadana. Así, pretender encerrar a un tipo durante 40 años para que pague un asesinato, por ejemplo, no es sino contabilizar, calcular una pena “a ojo” sin atender a la verdadera tragedia de los familiares de las víctimas. Me explico. Si un asesino paga con la privación de libertad en un edificio oficial, esto no es justicia sino un remedio barato, políticamente correcto que no busca sino provocar el sufrimiento en el condenado como “ejemplo” para otros delincuentes potenciales. ¿En qué beneficia a un preso perder la libertad de movimientos, la independencia? En nada. Todo forma parte de lo que nos han enseñado: que nuestros actos, al tener relevancia social, están a merced de los otros; que nuestra vida, en definitiva, no nos pertenece, sino que, puestos en lo peor, somos poco más que carne para ser usados, para que se especule con nuestra vida. No tiene sentido, desde un punto de vista teórico (desde el mío, al menos) un sistema de justicia general que busque la eliminación positiva del individuo en su esencia.
(Apunte: El único deber que tiene el preso es tratar de escapar. Lo más pronto posible, sin demora y sin daños).

domingo, agosto 06, 2006

Mis Cosas


- Puede que no todo empezara con un día torcido. Y hasta puede, que la virtud estuviera a un lado desde el principio, desde el orden que yo daba a mis cosas. Nada que decir de mis contemporáneos que solían aplicarse en la decoración, incluso en la luz que buscaban para su espacio. Yo siempre me distinguí por una cierta anarquía, no suciedad pero sí abandono (buscado o no), con el que recibir a las visitas. Por no hablar de las chicas con esas habitaciones perfumadas, esa pulcritud en las formas y en el fondo que te hacían desear quedarte para siempre. No había interés desmedido, sólo buen gusto…Puede (y digo puede porque no conozco con seguridad el origen de todo) que ese fuera el principio de la desidia, del “dejarse llevar” que nombró a mi vida en la Gran Ciudad. No creo en las grandes tragedias, sólo en las que uno es capaz de imaginar para sí mismo. Y era esa la coartada perfecta para la hecatombe personal, el fin de todas las esperanzas de triunfo. ¿Puedo decir, sin temor a exagerar, que fue una C-R-I-S-I-S? No hay por qué ocultar la realidad. Y el sufrimiento aún menos.
Era esa mesa. Esa mesa y esa silla. Esa mesa, esa silla y el orden de los Cds y los libros. La luz irreal de la ventana. El tacto hostil de las cosas que no pueden tener vida para otros porque manchan las manos y las promesas de vida, que es lo que hace falta siendo joven.
El polvo viejo, cubriendo las sábanas y los flexos, provocando la alergia a la juventud ahí escondida. Escondida de los otros. Escondida para los otros también, que jugaban a ser libres a cada rato, con la recompensa de equilibrio al final.
Todo ha quedado atrás como un valle de reyes, con una felicidad a regañadientes. Con un recuerdo agridulce de una época que pudo ser la mejor de mi vida y ha empañado los restos del naufragio con un polvo que no se quita.

viernes, agosto 04, 2006

Licenciatura En Derecho

- No hay posibilidad de reciclaje. Se pasa a menudo por el embudo de la responsabilidad, de lo que se espera de uno para formarlo, para atarlo más adecuadamente a una realidad que no va a ser felicidad sino trabajo. Y ese trabajo es más duro de lo que parece en el “bad side of the road”…Si la meta no es la buscada, aún se puede aceptar con honores, sin rectificaciones ni malas caras. Pero, la actividad es la madre de todas las batallas. Es la posición que debemos ganar cada día. Porque sólo de ahí vendrá la experiencia. Y un futbolista se hace marcando goles, y un tenista se hace ganando partidos. Uno tras otro. Lo contrario, el perpetuo avance a hurtadillas, sin la seguridad que da lo bien hecho y lo dispuesto en el modo correcto, es lo que nos hace presos del tiempo que se escapa. Y no puede volver porque nunca ha sido nuestro. Nunca lo hemos modelado. Como hubiésemos querido, al menos

jueves, agosto 03, 2006

Orla

- Si es que al final todo depende de muy poquitas cosas. Uno se avergüenza y trata de poner remedio al asunto y, por ello, busca un sitio, o una idea novedosa, original. Nadie duda de pertenecer a la casta de los elegidos, sobre todo en estas latitudes del artisteo y de los “poetas profundos”. Todos tenemos nuestra fórmula especial de trabajo y remedio infalible que, al final, se queda en placebo agradable o, en el peor de los casos, ridícula farsa.
Para no estar solos, que de eso se trata, y poder hablar de lo que queramos: del amor, de poesía, de política, del fornicio. Para no estar solos, digo, y que nos contesten; que haya interlocución e intercambio. Y es la gran familia, acogedora o inmisericorde que nos acompaña en esta aventura blogera. Y espero que por muchos años. O, al menos, hasta que nosotros queramos. Basta la libertad siempre, no dar gratuitamente pastel al lector, tratarlo con respeto, sin temor a su voz, que aparece rauda en forma de comentario cada vez que quiere patearnos… o agradecernos.

domingo, julio 30, 2006

Filtro

- El problema está en no saber utilizar el lenguaje para incorporar matices válidos en las discusiones. Ocurre en la política, donde de un tiempo hasta parte se hace ideología más que necesaria labor gestora de los asuntos importantes, pero también nos pasa a nosotros en nuestra cotidianidad, en el día a día superviviente y mágico de los trabajadores o estudiantes. Nada peor que enamorarse o conocer a alguien interesante o medianamente satisfactorio a nuestros ojos para que, rápidamente, supuremos tópicos, nos introduzcamos en la obligada ceremonia de saludo, de los verbos vertebradores no sólo de la comunicación, sino del ocultamiento y el secreto que guardamos sólo para nosotros. Esto es la jungla y la lengua nos sirve de colmillo para defender o atacar según el caso. Cuando la población veinteañera de este país insiste en mostrarse acorde al cinismo de los tiempos, a la pretendida especulación que cierra puertas y abre competencia, aburrida muestra empresarial de la vida normal de hombres y mujeres, se percibe sin duda la caída de la moral, de la educación y los buenos sentimientos. ¿Qué sociedad nos lleva sin remedio a necesitar de los otros sólo como surtidores o posibles adversarios naturales?, ¿qué depuración de los valores, que ahora nos fatigan desde niños con sólo pensar en nosotros mismos? Porque el tiempo, al final, es más cruel, más implacable porque usa del silencio como arma; y de la paciencia. Y nos encontramos con ochenta años, quizás impedidos, solos y sin el amor y la amistad, únicamente con la compañía de colegas, compañeros de viaje que obtuvimos en buena compra. ¿Y a quién agarrar de la mano en el trance de la muerte? ¿A un socio, a una socia? Porque nadie vendrá después para besarnos la frente. Todo lo que el lenguaje nos brinda es simpleza, no poder hablar de lo importante porque no hay palabras, expresiones que vayan más allá de lo frívolo del trato, apenas amable y duradero. De esta forma se alzan victoriosos los malentendidos, la paranoia: por-no-hablar-las-cosas…Sólo pensar en Kobayashi Issa cuando dice:

Le sobrevive,
le sobrevive a todo
la frialdad.

viernes, julio 28, 2006

Espantá

- La vida no da sorpresas excesivas y todo va, con naturalidad, según lo previsto. A menudo en las diversas actividades que realizamos tratamos de dotar a cada movimiento, a cada disciplina de las mayores excentricidades posibles con el objetivo de hacerlas nuestras, de no dejar demasiado lugar a la improvisación. Pasa con todo pero sobre todo con lo que llamamos “tradición”. Un ejemplo: cuando en la Fiesta de los toros un matador realiza un buen pase, la respuesta del público es la onomatopéyica expresión de júbilo: “ole”….Ole. Además todo el mundo la dice, desde Jerez a Bilbao, desde Barcelona (aunque les pese) a Medellín. Lo mismo pasa con la decepción: estar acostumbrados a los insultos más variopintos en los campos de fútbol, en la televisión, incluso en la calle no nos prepara para enfrentarnos a la castiza realidad de los cosos taurinos. Ayer, sin ir más lejos, asistí a una bronca espectacular contra un torero. Con sus almohadillas y todo. Mientras la plaza era un hervidero de silbidos y chillidos, gritos de “inútil”, “sinvergüenza”, “caradura”, “ladrón”, se imponían al caos gutural. ¿Se dan cuenta? ¿Dónde, en 2006, pueden escucharse adjetivos de esa envergadura, si no es en una plaza de toros? ¡Con la libertad de la que disponemos en esta sociedad donde ni siquiera blasfemar es delito! Por eso lo males son menos. Sólo nos importa encajar en cada una de las esferas a las que asistimos con la certeza de conocer bien sus pautas de comportamiento. Porque fácil es decir “hijo de puta”, pero ¿dónde el glamour? Que es, para muchos, de lo que se trata.

jueves, julio 27, 2006

Mueca Histórica

- Bien, tomemos el ejemplo de John McEnroe y su semifinal de Wimbledon de 1983 contra Ivan Lendl . Revisando el video (disponible en YouTube) nos damos cuenta del universo real en el que se desarrolla el encuentro. Todo funcionaba como hoy funcionan los partidos de tenis: los mismos gestos de los jugadores, la misma ansiedad por la victoria y el mismo miedo a la derrota… Yo ya había nacido. Unos años más tarde (1988), en mi colegio tuvo lugar una fiesta a la que yo asistí y de la que guardo un recuerdo borroso. Entonces yo disponía de una personalidad definida por la magia de los Reyes Magos, la creencia en Dios y en, más o menos, mi inmortalidad. El mundo sólo tenía mi edad y desconocía el fruto del tiempo pasado y del futuro. Así no podía imaginarme que, por ejemplo, John Lennon o Jim Morrison llevaran la friolera de 8 y 17 años, respectivamente, muertos. Ni tampoco la soledad repetida o la maldad voluntaria. Yo saltaba con mi bata blanca por motivos extraños. Ahora, sin embargo, que cojo un vuelo, me tomo una cerveza o juego al parchís, el control de mi universo pierde fuelle. Sálvese quien pueda, sugiere mi generación a las posteriores. Donde los juegos fueron antes, que ya había tiempo pasado, ahora sufrimos lo mismo y disfrutamos lo mismo. Y los mismos. Porque ahora son otros niños los que hacen fiestas y no sufren, los que desconocen la magia del tenis o de la música. Y así debe ser mientras los niños sean alegres, inocentes e insensatos.

martes, julio 25, 2006

Obviedad Sobre El Amor Mientras Canta David Graye


- Gore Vidal, ciego y paralítico; solo desde la muerte de su pareja Howard Austen en 2003, y cabreado permanente con su gobierno, recuerda en una entrevista varios episodios de su vida en Ravello (Italia). Tras mucho escocernos su agria visión de la política y la sociedad norteamericanas, fulmina la conversación con esta frase dramática: "Cuando cito estas líneas, me obligo a volver a ese entonces, cuando Howard todavía vivía y nuestro mundo aún no había sido despedazado"…Recuerdo ahora la comodidad de Vidal en otro reportaje algo anterior, quizás de 1999: el dominio que ejercía sobre su vida y sus movimientos. Ahora está más viejo y más hundido, imposibilitado y sentimental (aunque él lo niegue). Quizás todo se limite a eso: escondernos del destino jugando al amor, al arte, a la política. Pretender engañarnos con valientes metas y nobles objetivos. No hay nada más que podamos hacer. Por eso la construcción que iniciemos debe ser buena ya que el morbo perderá su interés en nuestro ocaso. Pienso a menudo en esta frase de Vidal. Un proyecto de vida en común, abrazos, miradas, cenas románticas, lecturas, cine, hambre y sed de otros cuerpos. Pero sin recompensas de salud y de emociones. Thomas Merton, Kerouac, el mismo Vidal tuvieron su Nueva York, su California, su Italia. Su Dios y su Bourbon. Ahí que el tiempo se limita a un espacio un poco especial mientras nos damos una vuelta. Que nadie dramatice porque, al fin, ¿qué importa?, ¿a quién le importa lo que yo haga?, ¿a quién le importa lo que yo diga?...

lunes, julio 24, 2006

Lejos Del Fuego

- Cada vez que intento prestar una visión sensata y moderada a la política española, me pongo a pensar, de pronto, en lo afortunados que son Noam Chomsky, Gore Vidal o Michale Moore. Su vida y su obra, envueltas en ideología militante, resultan muy necesarias y constructivas en una época en la que Estados Unidos padece una enfermedad infantil y agresiva como pocas veces en su historia. Pero lo que envidio de esta gente no son sus trabajos y artículos (a menudo envidiables) sino su confortable colchón político; es decir, ellos se alinean en un grupo determinado y de ahí parten sus críticas y sus soluciones. Unas posiciones como las suyas permiten que se delimiten correctamente los bandos en la confrontación política. Ellos son los rebeldes y Washington la oficialidad del poder político.
En España no ocurre esto. La idiosincrasia de nuestro país se acerca mucho a lo que aventuraba Marcuse: la sociedad capitalista acaba por fagocitar todas las ideas contrarias a su funcionamiento cotidiano. En nuestro país, las ideas renovadoras, democráticas, emprendedoras suelen confundirse en los discursos de los políticos como una parte más de su cotidiana labor: todos estos valores acaban confundidos en la permanente intención profesional de permanencia en el poder. Y no dudan en asegurar que su gestión es la más transparente, la más cercana a la ciudadanía, mientras nada cambia. Hoy en el diario El Pais, el profesor Enrique Gil Calvo publica un excelente artículo titulado “Identidades”. En él se incide en la idea de que, en los nuevos tiempos, el trabajo político de pactos y debates se ha sustituido por la intención de deslegitimar y destruir las ideas del adversario. Todo esto mientras queda clara la supervivencia institucional que permite a los representantes públicos seguir sacando tajada de la actual situación sin necesidad de solucionar los problemas graves. Sólo ir tirando: "Pues es verdad que, en escena, nuestros políticos representan con mucha convicción su irreconciliable odio fratricida. Pero entre bastidores coinciden al alimón en repartirse sin problemas aparentes las sustanciosas plusvalías políticas emergentes de la especulación urbanística e inmobiliaria". Buen ojo el del sociólogo. La aventura en la que estamos sumidos desde la muerte de Franco sólo en apariencia lo es. Carecemos de una verdadera cultura democrática. Los partidos aparecen como filtros de las ideas de la sociedad, a las que cambian y con las que especulan en su favor. Las razones políticas parten de la alineación con diversos odios sociales de dudoso origen (nacionalismos, republicanismo, franquismo..) Y eso no puede ser. La fractura (y hasta frontera) que se ha levantado entre el poder político y la sociedad civil la vemos claramente cada día cuando hablan de Israel, del País Vasco, de Estados Unidos. Lo malo es que la creación de nuevos foros independientes, de nuevas formas de hacer política (incluso la creación de nuevos partidos) es imposible mientras la población continúe creyendo en la alianza “partidos-medios de comunicación”. Pero es urgente la reforma: la verdadera Transición.

domingo, julio 23, 2006

El Gran Bazar

- El relativismo propio del actual devenir político español clama al cielo. Los acontecimientos que podrían nutrir los debates y las propuestas, tan necesarias para ir construyendo la democracia, rara vez los palpamos desde la ciudadanía y se quedan estacionados en manos de la clase dirigente. La ausencia general de “estadistas” en el poder impide de facto cualquier avance de la sociedad desde la ciudadanía. Ejemplo evidente de esta actitud es la última polémica con lo que llamamos la “memoria histórica”. Algo tan evidente como la rehabilitación y reivindicación de los hombres y mujeres que lucharon por la libertad en este país, se ve truncada por una mezcla de discurso político del PP y su avanzadilla mediática. Ahora se vuelve imposible un análisis sereno y constructivo del asunto. Así también, las críticas al estatuto catalán del PP (y Ciudadanos de Cataluña) se han tomado como una muestra evidente de anticatalanismo sin que nadie se concentrara en la posibilidad de que los argumentos de aquéllos tuvieran algo de razón. Yo lo veo y no quiero creerlo. Sé que este texto puede tomarse como un ejercicio de “buenismo” intolerablemente equidistante. Pero no es mi intención. Quiero, sin embargo, mostrar la palpable realidad de que los políticos españoles, prácticamente en ninguna ocasión, abren debates, elaboran propuestas, toman iniciativas. Es lo más caro de la democracia y ellos optan por lo barato: el mantenimiento permanente del poder como última expresión. Nada más que eso. Podemos verlo en las votaciones del congreso: ni unos ni otros votan nunca en contra de su partido aún cuando la ley los ampara. El caso de Irak por el PP o del Estatut por el PSOE es tristemente paradigmático. No digo que tuvieran que hacerlo sino que extraña que ninguno lo haga.
La figura a reivindicar (con todos sus defectos y limitaciones) podría ser Adolfo Suárez. Un hombre que se la jugó de verdad: legalización del PCE, la autodisolución de las Cortes franquistas, la convocatoria de elecciones…todo ellos con la oposición del ejército y de los sectores de la izquierda que, a priori, se negaron a mostrarle un apoyo explícito. Su intento de reforma política da una muestra de lo que significa tomar decisiones e intentar crear un sistema cómodo para todos.
El asunto nacional de España es lo que interrumpe cualquier posible cohesión del país, interfiriendo gravemente en el avance unitario de la sociedad. No ha habido un único presidente tras Suárez que haya abordado ese asunto desde la coherencia y la responsabilidad que el cargo merece. El miedo, el terror que inspira la posibilidad de que un asunto de ese calibre dañe la figura política de un presidente y de un gobierno ha paralizado tradicionalmente una salida pactada al problema. Aznar, pese a sus logros antiterroristas, fue incapaz de solucionar este tema e incluso lo agudizó, remarcando la distancia entre los españoles. El asunto no necesita de extremismos ni de trileros (de esto último, Zapatero sabe un rato). Yo espero que más temprano que tarde aparezca en el televisor la figura de un estadista de verdad que acepte la existencia de un conflicto identitario grave en nuestro país y que muestre su voluntad de solucionarlo. Así además le arrebataría al nacionalismo su postura tradicionalmente victimista. Pero eso no es la negociación a escondidas, el regateo. Es la mayoría de edad. Lo más urgente. Primero la paz, desde luego, pero después, por favor, la política, el diálogo y la creatividad.

sábado, julio 22, 2006

No Tuvimos Elección


- No acabo de ver la repetida fórmula: “la pena de muerte supone un trato inhumano al condenado” aplicada en la vida real. Cualquier crítica que se vierte sobre aquélla insiste en mostrar la aparente animalización del ejecutado. Como si eso fuera posible. Se trataría de alejar tanto a un sujeto de una vida plena y satisfactoria que éste, presionado y nervioso, se dejaría llevar hacia la tumba perdiéndose en el camino. No creo que sea ahí donde vale la pena ahondar. Yo creo, más bien, que la deshumanización, el alejamiento expreso de los hombres de cualquier moral y elemento digno viene produciéndose entre la comunidad y el grupo de hombres concreto que lleva a cabo una ejecución. A saber, la experiencia de ver a un hombre sufrir hasta expirar y no hacer nada para impedirlo. Fíjense bien que no hablo de accionar el botón de la silla eléctrica o de encontrar la vena apropiada que acoja la inyección letal. Me refiero al momento de la agonía, al acto de atar al condenado, de cubrir su rostro con una capucha negra. Ahí viene lo inhumano: nadie entre el público o entre los policías; ni siquiera el sacerdote habitual en esos casos o los familiares de las víctimas del crimen mueven un solo dedo para sacar al ejecutado de su “Gólgota”. Es la diferencia fundamental entre ser hombres y no serlo. El asesinato, la eliminación de la vida cabe en todas las expresiones animales de nuestro planeta. Así, un león africano que se hace con el poder de la manada tras vencer a un opositor, dará muerte a los cachorros de éste. Por no hablar de la Mantis Religiosa y otros insectos repugnantes. El hombre se diferencia de estos otros seres en su capacidad de sobreponerse a la muerte desde la solidaridad. No sería, ésta, otra cosa que la pura ayuda de unos hacia otros. Echar una mano al que está en dificultades. Al que se muere. Todo eso brilla por su ausencia en el espectáculo de una ejecución. El silencio obligado de los asistentes, la atmósfera de falso respeto, de repugnancia hacia lo que se va a ver, suple al instinto primero que obligaría a liberar de sus ataduras al moribundo y tratar de reanimarlo…No sé. Es difícil rodear una vida de andamiajes legales, religiosos, comunitarios para terminar con su existencia. Es monstruoso. Pero quizás este último calificativo no sea apropiado a la hora de hablar desde la “civilización”. Todos los que pagan con sus impuestos al verdugo, los que, desde la indiferencia, permiten que se establezca como normal y moralmente defendible la pena de muerte, los que miran hacia otro lado…Todos ellos son los cómplices de una victoria de lo más miserable que tenemos sobre lo más bello. Y es la pena de muerte, en efecto, y es la guerra, y es el hambre. Cada vez que se defiende un “daño colateral” que nos hace un poco más viejos. Y que nos deshumaniza. Porque permanecer sentado viendo cómo un hombre patalea hasta morir sin hacer nada, sin romper los cristales, sin arrancarle la capucha que le impide respirar es estar jodido. Muy jodido.

miércoles, julio 19, 2006

Calabobos

- Siento la necesidad de disfrazarme, de profundizar en el alter-ego. No hay pudor que esconder y escojo la lúgubre madrera de héroe que aún me promete y me llena de orgullo, frente a la inocencia del pelo corto y los modales caballerescos. Una tela que cortar y coser, un adecuado maquillaje (terrorífico y hostil) y a la calle a asustar ancianas. No temo las consecuencias de este cambio, la censura que deberé soportar de mis amistades. Trataré de ser un completo e independiente artista en la adecuada orilla del río. Tía Julia me encerrará en mi cuarto los viernes. “No saldrás, David”. ¿Y qué hago con el resto del pijama, entonces? La anodina ciudad ha de prepararse para mi llegada. Seguramente la banda sonora será I´m not down de The Clash y la iré tarareando en mis correrías por el barrio chino. Nadie se dará cuenta de mi nueva personalidad “Peter Parker”. Porque tía Julia se limita a sus rezos. Nunca me delataría…o sí…En fin, deberé vigilar a esa mujer.

lunes, julio 17, 2006

Un Benarés

- Optar entre varias propuestas y elegir la mejor. Es decir, cambiar ahora el ritmo, las prioridades. No quedarse en casa es la nueva ley o acaso la experiencia para estar sano, que es de lo que se trata. Algo frugal de desayuno, playita, tenis, un poco de marcha para este cuerpo serrano!!... Que nadie venga ahora a reconocer nuestra acertada fórmula. Bien sabemos lo que se traen entre manos todos los aguafiestas, los poetastros y novelastros. El club de ajedrez y el de ciencias. Ahora estoy morenito, y disfrutando de esta ola de calor africano que nos ha visitado galantemente. Mientras esto rescribo una gota de sudor recorre mi frente. Y son sólo las once de la mañana.
Optar. Se trataba de eso. Pues bien, el secreto radica en sintonizar los 40 antes que M80; en mostrarse dispuesto a envejecer a la hora de todos y no esperar algo más de uno mismo. Es el trabajo, trabajo, trabajo de nuestra generación. Ahora no me lo agradecéis porque estáis un poco absortos con Devendra Banhart, pero aquí siempre hay Coldplay o incluso Fito y Fitipaldis para el calimocho, vosotros ya sabéis lo que os digo. Porque no nacisteis ayer. ¿A que no?

sábado, julio 15, 2006

No Hay Duda


- Voy a descansar aquí un rato. No os alarméis si no vuelvo raudo. Descansad de mí y yo descansaré de vosotros. Mirad las puestas de sol, preparad suculentos platos, abrid las cartas o caminad por la arena de la orilla. Tranquilidad para los nuevos vigilantes, para las ganas de subir o de bajar sin temor o agonías. Vais a visitar las más sucias aldeas, a la gente más pobre y miserable. Así que, mientas tanto, haced el amor, emborracharos o no hagáis nada. Esto debe solucionarse en unos meses. Todo irá bien. Callad cuando os maldigan. La otra mejilla. No juzguéis y no seréis juzgados. Y cuidado con lo que viene de Tarso. Muchos que vienen los últimos querrán ser los primeros. Nadie va a tocaros porque sois míos. Nada puede herir vuestra carne, dañar vuestra alma. Y todo dirán: “Bienaventurados, bienaventurados”. Y vuestra fe será más fuerte; más enclenque el ácido que quiera disolveros. Tened presente mi nombre, hijos míos, para que la noche no os ataque, para que la muerte no pueda llegar a vuestro cuerpo ahora santo.

Paladar

- Nos convencieron de la mayor resistencia del aparato en vuelos cortos, de las altas
posibilidades que teníamos de conseguirlo: llegar a casa o, por lo menos, ponernos a
salvo. Nuestros gestos de miedo traicionaban el espíritu general de determinación.
Nadie estaba seguro de lo que hacíamos. Petra, sin ir más lejos, murmuró algo sobre
esperar a la expedición de salvamento. Pero estaba claro que no había tal expedición.
Nos habrían dado por muertos muchos meses antes.


* * * * * * * * *

- La espera se hizo interminable. El lógico racionamiento de la comida había dejado de
ser civilizado y sólo unos pocos “administradores” acabaron por tener el derecho de
consumo. Nada para las mujeres ni para los niños. Era mejor así, me decía el Capitán
Geller, cuando los niños hubieran muerto podríamos ampliar el menú. Y me guiñaba el
ojo, el muy cabrón.

* * * * * * * * *

- Conocí a Judith mientras embarcábamos en el avión. Me había fijado en su aspecto un
poco descuidado apenas entró por la puerta. Nadie se percató de su presencia. Todos
chocaban contra ella y pocos se disculpaban. Judith bajaba la mirada avergonzada. En la
primera escala del viaje, en Atenas, decidí acercarme a ella con algún pretexto absurdo.
Pedirle la hora, un cigarro, algo así. La hora estaba bien así que, una vez me hubo
respondido, inicié una conversación aunque a mí esas cosas no se me dan bien. Era
judía, de nacionalidad holandesa y se dirigía a Israel para participar en una experiencia
Kibbutz. Como yo también iba a ir a un Kibbutz me sentí muy contento… Hoy, alguien
me vino con un trozo de carne. “Es de la chica esa de los harapos”. El silencio de la
materia.

* * * * * * * * *

- Un mes después de nuestro rescate, John Skoff, flamante Primer Ministro, nos
recibió en su Palacio e hizo una breve mención al espíritu de supervivencia del que
habíamos hecho gala en tan dura vicisitud. Animó a la juventud del país a tomarnos
como ejemplo…Hoy he llegado por fin a Israel. Todo me parece nuevo y siniestro a
la vez. Muchas chicas me recuerdan a Judith. Deben saber muy bien también…Es
algo muy raro, no puedo evitar recordar el sabor de Judith. Es algo que pienso
constantemente. ¿Seré un monstruo?, un alma corrompida. Pero ¿qué hay de malo?.
¿Acaso no…? Pero, ¿qué digo?, ¿estoy volviéndome loco?...He de escapar de ese
instinto que me persigue, que me atormenta No debo sucumbir y… Hoy he matado a
la primera joven.
Nunca me he sentido tan vivo. Si alguien no me detiene, volveré a hacerlo. ¿Me
oyen? Lo haré muchas veces.

jueves, julio 13, 2006

Don't Even Hear A Murmur Of A Prayer




- Ronnie Drew aparece de pronto en mi televisor cuando sintonizo la Tv5. Un concierto en el marco del Festival Intercéltico de Lorient. El viejo alma mater de The Dubliners con más de 70 años desgranando una tras otra bellas canciones populares o de autores irlandeses bajo el cielo francés. La voz tomada por años de cerveza y nicotina, como debe serlo la de un trovador en plena forma. No hay obligación en su escenario, sólo deber humilde que cumplir como miembro de una familia, de una tradición de músicos y poetas inconformistas. Las imágenes del recital se intercalan con pequeños extractos de entrevistas al viejo Drew: “No me gusta definirme, simplemente sigo haciendo lo que siempre he hecho”. Veo a Drew y pienso en Dylan. El irlandés es lo que el norteamericano, en ocasiones, quiere ser: un viejo Bluesman casi desconocido que pueda permitirse vivir de pequeños recitales en Greenwich Village. Pero es absurdo. Dylan sabe que toca Dear Landlord y también Like a Rolling Stone; que su condición de muchacho de los 60 le imposibilita para retirarse al campo como hizo en 1966, tras el accidente: la realidad no tardó en invadir su intimidad en forma de fans colgados con LSD. Dylan son muchos Dylans: el suave trovador del campo americano, el luchador por la igualdad racial, el furioso roquero que se ofrecía al insulto en Manchester… Dylan es el Superman de la industria musical contemporánea. Lo sabe bien. Aunque renuncie al uso de sus poderes, siempre habrá una niña que salvar, un monstruo que aniquilar. Un Time out of mind.

miércoles, julio 12, 2006

M.A.B

- Llego a Donosti casi al atardecer y me doy un paseo hasta el Kursaal. Es mi primera vez en la ciudad y disfruto de su peculiar arquitectura mientras la construcción de Moneo aparece frente a mí como una promesa de diversión y alborozo: Bob Dylan canta gratis en la playa como homenaje del ayuntamiento a las perspectivas de paz que parecen abrirse en el País Vasco. Mi amor a Dylan puede más que mi coherencia contra un proceso en el que no creo. Toda mi felicidad concentrada en pasarlo bien escuchando al músico popular más grande del siglo XX. Nada iba a importunarme y mucho menos mis desavenencias políticas con Odón Elorza... Pero caminando, caminando, entre la multitud que se dirigía al encuentro del trovador me iba dando cuenta de donde me estaba metiendo. Un cartel por aquí, unos “borrokas” por allá, pronto la verdad asomaba como una trampa calculada y eficaz: este concierto se realizaba a mayor gloria del sector nacionalista de Euskadi. “Libertad para el pueblo vasco”, “Euskal Presoak, Euskal Herrira”, “Freedom for the basque prisioners”…Incluso en la misma puerta de acceso a la playa un grupo de mujeres venden sus objetos de artesanía y sus camisetas reivindicativas para el acercamiento de presos. No había duda de qué iba esto. Menos mal que el viejo de Minnesota hizo el peor de los conciertos posibles con una imperdonable voz y una desgana que me llenó de alegría. Un grupo radical que bebía en la playa hizo un comentario sobre mi sudadera de la Universidad de Salamanca y creí prudente desaparecer de allí.
Hoy, de nuevo en casa, veo un Documental sobre la Pasión y Muerte de Miguel Ángel Blanco. Reconstruyen sus últimos momentos como sólo Telecinco es capaz de hacer: hasta el ensañamiento sensacionalista. Pero qué necesario en estos momentos recuperar las imágenes de las sedes Abertzales asediadas por una población que había resuelto no esconderse más, no huir ni dar la espalda a un crimen estructural que los afectaba a ellos como pueblo. Qué emoción al ver a los policías autonómicos despojarse de sus pasamontañas en una gesto de valentía. Qué placer al contemplar cómo pedían ayuda los batasunos para salir escoltados de sus locales por la fuerza del orden “opresor”. Pero sobre todo, qué pena, qué inmensa pena de la familia humilde de un joven arrancado de la vida por cuatro asesinos. Imágenes que por repetidas no pierden su crudeza. La hermana pidiendo a Miguel que volviera. Sus padres en la vigilia. Los vecinos descorazonados y firmes a la vez en su dolor y en su fuerza…Inútil. Todo parecía nacer de nuevo con la muerte del concejal de Ermua. Un nuevo espíritu ciudadano intolerante con el crimen y la sangre. Tuvo su época: la Ley de Partidos, la ilegalización de Batasuna, grupos como Basta Ya o Foro de Ermua son los principales resultados de una acción ejemplar. Todo eso ha pasado ya. Ahora toca decir sí al diálogo con los mismo que negaron la palabra a Buesa, a Blanco, a Lluch, a Múgica, a Zamarreño. Pero Günter Grass tiene razón cuando dice que las colectividades no pueden permitirse el olvido. Hoy, más que nunca quizás, debemos dar las gracias a un movimiento que dio la respuesta más valiente y concisa de cuantas podían darse por aquellos días: salieron a la calle y gritaron: No. Y todo cambió bajo el sol de Euskadi, de España. Hubo un momento de ruptura con el miedo. Recuperémoslo.

lunes, julio 10, 2006

Cuidado Con El Perro

- Pues a mí me gustan las películas de catástrofes, qué queréis que os diga? Y me gustan porque en todas ellas se muestra en algún momento una rueda de prensa desde la Casa Blanca. Sin excepción o bien el Presidente, o algún secretario se dirigen al país y anuncian el próximo desastre: un maremoto, una plaga, extraterrestres, zombies!!...Yo creo que dichas obras recogen una verdad gigantesca: los poderes públicos son incapaces de defendernos de una amenaza seria… Sí, ya sé que, en ocasiones, reparan una avería, detienen a algún terrorista, incluso ayudan a las ancianas a cruzar la calle. Pero nadie me negará que se les ve su funcionarial plumero cada vez que tienen que dar altas cifras de muertos. Atentados, accidentes o “venganzas” naturales. Yo creo que esto no deja de ser un juego al que, muchos, no creemos estar jugando: los partidos políticos, la representación electoral no es sino una farsa vendida como necesaria por todo una amalgama de poderes mediáticos y sociales. No son capaces de enarbolar banderas sino para la destrucción. Bush es un decidido adalid de la guerra preventiva y de las decisiones arriesgadas (por no utilizar otro término) pero incapaz de reaccionar ante las riadas de Nueva Orleáns. Así está el tema. Hoy me ha resultado imposible no pensar en esto al ver a la ministra de sanidad española tratando de tranquilizar a la población por el supuesto brote de gripe aviar. Que no nos cuentan todo es evidente, pero al menos que nos cuenten algo que nos permita sobrevivir o intentarlo. Pero el hermetismo es asunto sucio y propio de políticos. Me extraña esa mezcla de carne electoral y desprecio intelectual: paradoja en la que viven los partidos respecto a los ciudadanos. Estamos constantemente en peligro, gente. Y ningún “representante” va a sacarnos del agujero si éste es demasiado grande. “Absolutamente controlado”, dirán. ¡¡Ojo!!.

domingo, julio 09, 2006

El Fuego Sagrado

- A los que gustan de la mitología griega les resultará familiar el mito de Aracne. Se trata de una de las historias más despiadadas de cuantas se han escrito nunca; más si cabe por cuanto su protagonista es una hija del dios Zeus. En efecto, Atenea, aparte de muy sabia, muy bella y muy capaz, era una hija de la gran puta con un ego así de grande. Pues bien, en la tierra de Lidia vivía una joven llamada Aracne, una hábil niña prodigio del telar. Elaboraba maravillosas composiciones y su fama se agrandaba día a día. Todos elogiaban sus creaciones y solían repetir que su destreza se debía a un don de la propia Atenea. Arcane, sin embargo, aseguraba que, puestos a comparar, los dioses debían envidiarla. Atenea, en su infinita misericordia, acabó convirtiendo a Aracne en una araña, para que así pudiera elaborar telas perpetuamente.
Hoy, en la final del Mundial de Alemania, (victoria de Italia), ocurrió algo inaudito: Con el cronómetro en la prórroga, con Francia dando muestras de grandeza, con un Zidane dispuesto a pasar a la historia dejando pinceladas de dulce sabor a fútbol, ocurrió lo impensable. Quizás desde la epopeya de Odiseo (otra vez la Grecia buena) todos los hombres han tratado de componer una historia en la que un joven con aptitudes, vence a su destino y cumple sus sueños. El sueño americano por ejemplo. Todo esto hoy, se ha visto interrumpido. Es un buen día para marxistas y materialistas. Se ha dejado claro que la venganza divina contra los que sobresalen en lo bueno es implacable, que el mal es más sencillo que el bien, que los buenos no siempre ganan. En un momento cumbre en el que el deporte-rey iba a incrustarse en la misma experiencia mítica del ser humano, un héroe del pueblo, cual en montaña rusa, se precipitó con la cabeza por delante, contra el pecho de un jugador italiano (Materazzi, por más ensañamiento santoral). Ahí acabó todo. El silencio sustituyó al éxtasis. Todo el torbellino de imágenes que hubo después carece de importancia. Zidane se retiraba del campo en una espeluznante escena de derrota y de pena. La cabeza gacha cruzándose con el trofeo que ya nunca sería suyo. Todo fue demasiado rápido. Después, las lágrimas no eran suficiente. Era más que la final de un Mundial. Una vez más, derrota. Y con crueldad inmerecida.

(Coda: Espero no ver algo parecido a esto en la columna de Boyero el lunes).

viernes, julio 07, 2006

Para Vivir

- La tarde se había quedado sobre nosotros, María, como muchas otras veces. Nadie sabía del hombre, del tiempo que pasa y ahí se jugaban las ropas, el sudor joven para perdernos. Acaso un lugar que no aparece en los mapas, como antigua protección frente a los saqueadores que no dudan en formar conciencias. Ay del teclado, frío que no es por él mismo nada más que mármol de espera y de genio!!... Una limonada, un poco de reposo en la dicha. Árboles sabios y eternos que a nada pervierten con sus voces y sus gestos. Escenario pasado, hambre o sed que no se pasa ahora, que somos un poco más viejos.


* * * * * * * *

- Te ataron la boca, Esmeralda… Ahora para subir tendrás que ser buena. Una cadena, un martillo. Parecía que no, pero acabaron matando a la pobre niña.


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- Lo demás no me importa, Claudia, serás una mujer como las demás. Así que vete deshaciéndote de esos libros y cuadernos. Tu abuela se llevaría un disgusto si te viera, así, como un vulgar pordiosero. Qué?...Ni se te ocurra salir por esa puerta… No salgas… Bien, acabas de perder tu herencia.

jueves, julio 06, 2006

Contra Los Poetas

- Sobre todo es esa mirada; esa permanente muestra de ironía y cinismo. Hay de todo en la viña y caemos sin pretenderlo en la magia del colorete. Hay bares predeterminados, pequeñas reuniones a pie de página. Todos congregados, sobre todo mostrando los dientes, muy finamente. Una película de Allen sin él mismo que sirva como contrapunto. De hecho, podríamos calificarnos como espectadores in-vo-lun-ta-rios, carne de gacela entre leones. Porque nada tiene más posibilidades de pervertirse, de mutar en horrible sucedáneo que lo más puro y noble. La poesía, como los Toros, por ejemplo, en la que, a priori, su naturaleza exige de pureza y verdad, a menudo se torna cainita, casi innoble y se envuelve en manto de irrealidad y buscada corrupción. Por qué hoy alguien decide ponerse frente a una hoja en blanco para escribir poemas? Qué busca el/la joven a menudo solitario/a y soñador/a cuando desparrama versos? Al principio es probable que sea honesta su decisión. No hay en la poesía nada caníbal que inste al hombre o la mujer a comportarse artificialmente. Al contrario. Entonces, por qué, hoy, de paseo por las antologías, por los recitales, por los concursos, encontramos tanta pose, tanta estética vacía? Quizás por los materiales utilizados? Es posible que lo barato de la producción sea el origen de la maldad? Al fin y al cabo, un bolígrafo y un papel…ya ves tú. Tampoco los temas a tratar ayudan mucho a que la lírica vuelva a su origen metafísico: el amor, el ingenio, juegos de palabras…Nada subversivo, nada que de verdad choque con el alma del lector. Humor, verano, maravillosos espectáculos audiovisuales para acompañar mi poemario sobre el precio de los helados en Plaza España…. Cuánto daño ha hecho el fenómeno Haiku!! Malentendidos. Todo viene por la mirada de Paula Cifuentes en el programa de Dragó. Mirada que inspira desconfianza, superioridad. Pero puede ser un poeta alguien superior o, por lo menos, ejercer como tal? Para eso, mejor haberle cortado la cabeza a Basho.

martes, julio 04, 2006

Esos Putos Comunistas

- Varias veces inoportuno al guardia. Le pido información sobre el día y la hora, sobre la posibilidad de salir corriendo y empezar de nuevo. Nadie es imprescindible a posteriori, y ahora lo sé y lo percibo nítidamente en las miradas de las enfermeras y los sacerdotes. Me mandan distraerme con alguna actividad manual. Quieren que haga conchas de cerámica, esculturas de barro; también que recoja las flores para la fiesta de primavera. Nada de eso me interesa lo más mínimo. Supuro asco y rencor por todo lo que me han hecho, por lo que me he hecho. Ya nadie va a verme ganar. Acabaré vendiendo sustancias, o algo peor.
Ya cierran las celdas. Hay un oscuro silencio de voces pero aún se percibe el goteo de la realidad entre mi vida y la de ellos. Cuánto de miseria, mil veces repetida, que se adoctrina para que uno la proteja y la multiplique. Nadie habla en la noche de nosotros. Pero habrá un día en que estas rejas no puedan retenernos. Entonces, el sol volverá a tocarnos, el aire libre nos permitirá pensar mejor. Y la calle será nuestra. E iremos más lejos. Y podré encontrarte. Y te gustará mi corte de pelo.

sábado, julio 01, 2006

Zidane


- En la época del capitalismo posmoderno, los duelos deportivos. Residuo de la Guerra Fría, los acontecimientos del fútbol, del tenis, del baloncesto envuelven nuestra vida en un halo de éxtasis pocas veces sujeto a la especulación o al cálculo. En ocasiones, una actividad por muchos repetida se convierte en esencia, en pura demostración de verdad cuando los genios la interpretan y hacen suya. Hablo, sin duda, de John McEnroe y sus partidos con Borg en la hierba de Wimbledon; de Muhammad Ali y Joe Frazier partiéndose la cara en Manila, de Sebastian Coe y Steve Ovett persiguiéndose en los 1500… Tantas experiencias, tanto analizar bajo la premisa de lo que vende, de la moda, para, después, aceptar la realidad que un solo hombre impone en su terreno. Jubilación, el fin de una era, arrastrarse por los campos…Todo eso se decía de Zinedine Zidane antes del partido de ayer. Hoy, todo queda en el obligado suspenso del pasado. Hoy, el tímido caballero francés ha resuelto callar bocas. Ha sido maravilloso. Y sobran las palabras. Esto sólo es mi pequeño homenaje al que ha hecho tanto bien a tanta gente.

Moral 3


"No creo en la psicología. Creo en los buenos movimientos" Bobby Fischer

martes, junio 27, 2006

Un Viaje De Invierno (Sin Ríos)


- En la voluntad de ser absolutamente moderno, como uno debe ser, sin complejos ni malos modos. Me acabo el desayuno, me subo a alguna noria. Por qué hay demora en mi horario? Quién ha optado por la noche como patria, sin decirlo, sin responder a mi presencia como yo quiero?... Tanto de traición, de indiferencia en los mismos ojos, que en otra vez, se aprendían los gestos, amanecían sin obligación en el mismo espacio. Y la mañana hostil que ahora olvida al viajero, al peregrino, levantando frontera sin otra tierra donde responder a alguna vida.
De paso me enorgullezco de saberte, de no caer en tu mito o en tu solo nombre. Porque es difícil aclarar la verdad que escondes como debilidad, del olvido y del daño. No voy a dejar a un lado ese guante que te cubría, esa bufanda que te hacía estudiante por más que otro mirar sea niebla que te engrandece y mejora , cuando tú te bastas para ser un complot internacional.

lunes, junio 26, 2006

Buena Piel

I

- Uno se queda siempre absorto con los paradigmas. Salta a la vista su inexactitud, su obvia irrealidad que, de nutrirlo, lo construye y lo ampara. Es peligrosa la senda y la precaución se hace necesaria: una tribu, un lugar donde el reposo sea elección y no condena. Parece inútil captar lo débil de toda esa gente. Se esfuerzan en ocultar su nombre bajo máscaras, capas o sombreros ridículos. No hay lugar que nadie haya pisado antes. Todo se debe al poder que nos obligó a formar parte de esta historia. Sembrados de ira, de razón algunas veces, pero siempre dispuestos a lograr, del tiempo, una pausa; una pausa que nos permita volver a encontrarnos sin la calle hostil de los que saben.

II

- Ni el Rey de los Bandidos, ni un cartujo callado. Hoy me salgo del papel, me retiro al exterior, frío pero habitable, que todo lo exige y no da nada más que tiempo muy escaso. Huir del deseo, indiferencia inútil que no cansa por aprendida y manoseada. Hay que doler de esta calle que es la tuya, sin remedio.

sábado, junio 24, 2006

Los Menos


- Siempre se sospecha alguna cosa. Vemos códigos en las tazas de café, extrañas profecías en cada gesto, en cada rostro. Los mensajes nos llegan a raudales por todo tipo de conductos. Hay mala sombra, eterna lucha en la que debemos tomar parte. Nadie va a hacer este trabajo mejor que nosotros. Suena a enfermedad, a ruina de la razón. No hay peligro que no solventemos con maestría. Las mañanas se parecen unas a otras: “Será éste el día?, hay más verdad que no conozcamos, que no hayamos ocultado?”. Caen las horas frente a nosotros. Ahora las escobas han cobrado vida. No hay forma de detener su espantosa danza. El agua. Ya oigo al amo que viene.

viernes, junio 23, 2006

Un Poco Como Claudio/Estación Aprendida

I

- Nada como el verano verdad? Cuando el sol recibe al joven y lo azuza para que siga, para que no se duerma. Parece generoso anfitrión para el amor, para conservar la alegría del hombre que lo adora y lo espera. Acaso iremos a contrariar su actividad, siempre bien consentida, cuando le vemos fuerte y seguro en lo más alto? Nada haremos, pues la canción que debe nuestra edad es siempre amable. Mas, qué de los ancianos, de los enfermos, de los moribundos? No son ellos, antaño protagonistas, hoy víctimas de la dureza, de la crueldad del tiempo que ha pasado, del retorcido vuelo de una estrella? No eran ellos pisadores de años y calles? No sintieron por su juventud algo parecido a nosotros? Qué razón acomete esta mañana, que traigo conmigo esta maldad de mi lenguaje….

II

- El tacto vacío o la escritura solitaria, silenciosa, casi devota o apenas carnal, que no toca el cielo ni la tierra y se nutre de si misma. Voy a madurar este texto? Seré capaz de huir de ti y emerger en otro mar, en otra esquina como si nada hubiera pasado, dispuesto a oler de nuevo las flores? Claro que soy capaz. Puedo con eso y con más, pero qué será de nosotros, sin la oportuna voz que te adormece… Tanto tiempo que pasa y no es fulgor lo que dejamos. Apenas sangre que no cuaja.

jueves, junio 22, 2006

Como La Gran Serbia


- Obvian los extraños elementos que nos definen, que persiguen nuestra resistencia. Aparecen de improviso, tomando para sí, toda la explicación, todo argumento utilizado. No saben del terror que provoca su marcha, las soledades una y otra vez saboreadas, incrustadas en más de un cerebro. Hay preguntas, luego, frecuentes e inútiles: “Por qué no somos?”, “Hice mal en no controlar su ira, en despreciar sus movimientos?”. Cerré mal el partido sin duda. Ahora las he perdido para siempre.

miércoles, junio 21, 2006

Interiores (Un Fragmento De Baal)


- Nadie conoce al Maestro. Permanece en el anonimato. Cultiva su saber en alguna isla, en algún monasterio o, quizás, esconde su figura entre la multitud de la urbe. Pensad que podríais encontrarlo en la cola de un cine, tal vez, recogiendo flores en el parque o sintiendo el olor de vuestra axila en un concurrido vagón de metro. Su aspecto no os asombraría. Es como todos y como ninguno. Pero sería capaz (y eso os lo aseguro) de viajar al norte y cazar osos polares. O bien, os retaría a un partido de tenis para venceros sin esfuerzo. Podría contestar vuestras preguntas, agradar a vuestros padres o seducir a vuestras mujeres. Recitaría a Ingeborg Bachmann, domaría algún caballo. Nada es obstáculo para “El que ha de venir”. Pero no tratéis de buscarlo. Él os encontrara si viene al caso. Tocará vuestra puerta con la delicadeza de un príncipe. Quizás hoy. O mañana.

lunes, junio 19, 2006

Kyrios

- No soy un hombre famoso. No tengo, digamos, superpoderes. Supone un problema para mí vivir sin la merecida vanidad que produce el éxito. Me camino la vida sin asomo de cuchicheos, de alabanzas de ninguna masa partidaria. Acabo la jornada imaginando triunfos, discursos en los que participo con más gracia que convicción. Por eso es tanta la predisposición a las malas compañías; la piedad muta en cinismo, el Papa en Mefistófeles. Hoy parece que las nubes no sólo permanecen sino que se regocijan en su victoria. La obsesión que guía voluntades, un fanatismo siempre dispuesto, a menudo hiriente, que salta entre los años para aparecer y decirnos: “Ahora es la materia la que duele, abandonad vuestro interés moral, vamos a probaros en lo más grave”. Y ocurre Ruanda o Varsovia. Y algún virtuoso, como Wladyslaw Szpilman pasa de la gloria al vertedero. De su delicado trato a la supervivencia del vagabundo. Y qué nos cuentan los hombres? Nada más que esperanza de liderazgo, de dominación. Pero a veces el tiempo se para y quedamos nosotros sin la prisa del éxito y sin la voluntad que lo alimenta. Es entonces cuando un pedazo de pan se pide a gritos, se mata por agua, se vende el sexo. Otros se acomodan al presente.

jueves, junio 15, 2006

Tres Bolas De Infinito

- Esto no es un post porque no puede serlo. Más bien una carta, algo de uno que se expresa o se lanza contra alguien o a favor de alguien. Como todas las apuestas salen de dentro, del afán recuperador de años y experiencias, hoy me hago sereno, vuelco la razón, lo más honroso que tengo para volvernos a otros escenarios posibles por históricos, a un paisaje familiar que nos delata si lo andamos. Es el invierno amable, la sonrisa primaveral que una vez estuvo para, después, salirse de lo concreto y ser mito o frase inacabada. Tanto que objetar a la ausencia, al exilio, que detuvo nuestra juventud en un poco de tacto, en la promesa de muchas épocas de triunfo y de vocaciones. Presunción de alegría, amanecer con otros, con vosotros. De manera que salvado el tiempo, queda el espacio. Y amistad.

martes, junio 13, 2006

Nuevos Románticos

- Son nuevos tiempos, lejos quedó la amistad obrera, la alianza del hombre y su pueblo. Hoy nos levantamos más tarde, nuestros quehaceres nos permiten soñar y salir con nuevas fuerzas. Mirad lo más alto o lo más cercano a la carne, sabed de la agonía del mundo o dejad pudrirse vuestra alma. Alguien nos está llamando a un dolor original, a una oportunidad histórica. La caída de los viejos mitos, las fórmulas mal aprendidas por todos ellos: los comunistas, los liberales, los nacionalistas, los nihilistas…guardan como tesoros las esencias de su pecado; el fascismo que arrebataron a la crítica. Siento insistir con la idea monacal, la aventura solitaria, estudiosa de lo más puro, que hoy parece hundirse en un mar de chapapote, mientras los otros cantan o lloran taciturnos por su revolución proscrita. Un cinturón de prójimos, ni siquiera oración; reposo en la sabiduría que mancha pero no contamina. Alguien habrá de romper el tiempo, fracturar la línea que nos separa del futuro. Y poder avanzar, y mutar la historia en crónica.

domingo, junio 11, 2006

Padres Fundadores

I

- “Cuando en la comida del passah levanto el cáliz y rompo el pan cenceño, hago lo que Jesús hizo, y me siento más cerca de Él que muchos cristianos que celebran el misterio de la eucaristía con total independencia de sus orígenes judíos”. Schalom Ben-Chorin.

Los hermanos mayores que han perdido la historia, que saben de la intrascendencia de su cometido terrenal. Ya no son el pueblo elegido? Tanto cambió en mundo a los ojos de Dios? Ahora perecen en desiertos de cemento o de arena: Nueva York o la franja de Gaza. Qué latitudes dominan estos esclavos liberados por una sola mano salvífica? Qué esperanza puede quedarle a un pueblo que lo fue todo, el favorito y ahora sufre por no haber escuchado la Palabra? Es así? Debemos acordar con paganos la fórmula santa? O son los gentiles, que se han apropiado de los nombres, de la moral, para frivolizar, sin saber lo de antes. No puede existir un nuevo culto, ajeno, vencedor sobre la idea original que lo nutre desde el comienzo. Esperar la salvación de Italia, de Polonia? Diálogo, consenso ecuménico. Exigencia de rigor. Recuperarnos.

II

- “ Si digo que no soy cristiano es por un motivo para mí fundamental: Yo no consigo rezar. La oración plantea la suposición de que se discute, de que se está en diálogo con alguien; yo no he hecho nunca esta experiencia, lo siento. Experimento como una disminución esta esperanza fallida. He aquí por qué no me atrevo a decir que soy cristiano”. Roger Garaudy.

Cuando niño, mis compañeros de clase decían a la maestra que, al rezar, hablaban con Dios, y que Él les contestaba. Yo intentaba hacerlo. Me quedaba muy en silencio, tratando de encontrar la frecuencia, el canal por donde emitía la voz de voces. Pero era inútil. Abría los ojos con furiosa contradicción. Cómo era posible? No era yo un piadoso niño de misa dominical? No rezaba antes de acostarme mis obligatorias oraciones? Qué broma era aquella? Si Dios es paternal pero no paternalista, qué consuelo ofrece? Cuál es su relación con nosotros, más allá de que nosotros observemos sus normas? Es como levantarse un día de la cama y ver una nota de tus padres que te instan a hacer la compra y a recoger el cuarto. Dónde el amor? Es todo, pues, una intuición? Una jugada a ciegas? Es nuestro dolor, para él, sólo una prueba que debemos superar? Saulo de Tarso tuvo su Damasco? Estamos, entonces, en desventaja.

jueves, junio 08, 2006

Infanticidio

- Descubrí el sexo antes que la música. Así, cuando escuché por primera vez algo relacionado con la película “El último tango en París”, creía que la trama se desarrollaba en los vagones de un tren. Clara confusión: TALGO-TANGO… En mi cabeza no cesaban de proyectarse imágenes de Brando y Schneider fornicando en un Madrid-Alicante. Cómo hacerlo para que no los sorprendieran? Hay talgos con compartimentos privados? Quizás Francia con su moderna sofisticación que innova transportes más modernos y cómodos para el viajero; digamos un Paris-Lyon…La magia del cine.

lunes, junio 05, 2006

You Lost Sight On Me


- Fue 2005 el año de los viajes a Madrid desde el exilio. Siempre iguales: soy un hombre de método. Mismo autobús, mismo discman, misma música. La melancolía de una fiesta acabada, del siniestro continuar de la vida en otro espacio y Micah P. Hinson y su Gospel of progress como banda sonora del viaje. Es curioso como se llena el espacio de la música, individualizada pero capaz de conmover en un solo paisaje, a una sola persona. El camino por El Escudo, Burgos, Lerma, hacia la Villa y Corte. No es posible compartir la intimidad, lo exclusivo del trayecto, escondido para los otros. Autentico compromiso estético y moral de un viajero hacia el destino robado, veraz acontecimiento ritual, sin dogmas, únicamente la soledad de una cabeza apoyada en un cristal, la música, y los campos de Castilla. Tanto amor divino, o naturaleza indiferente que lo mismo da, que quita y que de libertad se nutre; de placer sólo.

sábado, junio 03, 2006

Moral 2


"Yo no explico; exploro" Marshall Mcluhan

jueves, junio 01, 2006

Derecho


- Condenan la concesión del premio Heine a Peter Handke, hablan de vergüenza, de insulto a las víctimas serbias. Posiblemente lo sea. El diario El País rellena la contraportada con una foto del escritor austriaco y un artículo en el que se remueve la polvareda producida. Cohn Bendit lo compara con el líder iraní; los ecopacifistas alemanes alzan su voz contra la injusticia…Y me parece bien; es un derecho y un deber opinar de los temas más controvertidos y tratar de llegar a un acuerdo. Pero nadie echa en falta algo importante? Oímos las opiniones de la premio Nóbel Jellinek, del director de la Comedia Francesa, incluso de famosos columnistas españoles. También el primer ministro francés habló hace unas semanas del autor censurado. Pero nadie, repito, nadie ha tratado de averiguar las opiniones de Handke; nadie ha publicado en su diario una carta, un artículo suyo explicando su punto de vista. José Comas en el artículo de El País terminaba con una breve mención a una carta de Handke a un diario alemán. Es esto democracia? Hay libertad de expresión realmente o van a ir pasando los años convirtiendo a Handke en una especie de talento desperdiciado en el lado oscuro? La postura de Handke nadie la conoce excepto por referencias. Imploro al derecho a la rectificación, en el mismo medio en el que se ha sido acusado. Y luego hablamos.

domingo, mayo 28, 2006

Voz Y Época


- Sin descartar la posibilidad de una adecuada interpretación, el Papa Benedicto XVI pasó bajo el cartel que recibe al viajero en el campo de exterminio de Auschwitz: 'Arbeit Macht Frei' ('El trabajo te hace libre'). Para este momento, tan alejado de los shows del posmoderno Juan Pablo II, Ratzinger se ha hecho portavoz de la cristiandad en su época más oscura. Con la voz quebrada, el pontífice interpela a Dios: “Por qué permaneciste callado?”. La imposibilidad del hombre de la calle para comprender los designios de la providencia, la debilidad, el desamparo que protagonizamos en este nuevo siglo que no promete nada mejor que los anteriores han hecho mella en el seno más íntimo del catolicismo. Esa duda del Papa, siendo el primero pero, a la vez, uno más entre los cristianos, representa por fin el rasgo de humanidad, el consuelo con nuestra voz y con nuestro lenguaje. Esa es la pregunta, maldita sea!. Por qué Dios, el Padre, nuestro pastor, permanece en un silencio de milenios ante tanta maldad, entre tanta usurpación de su nombre. Y no valen metáforas ni explicaciones baratas. No basta con decir que somos nosotros los responsables, aunque lo seamos. Ni que a nosotros compete la solución del odio y la injusticia, aunque así sea. Benedicto XVI ha optado por la sencilla humildad y rabia ante el misterio. Ha preguntado en el escenario mismo del mal en estado puro: Por qué? Sin respuesta, sin la soberbia de saberlo todo que a menudo recibimos desde el Vaticano y sucursales. Por fin el lenguaje se acerca al hombre. A la vez, más cerca de Dios.

miércoles, mayo 10, 2006

De Excusa Y Clandestinidad

- Se me adelanta en parte Alejandro Gándara en su blog. La extraña sentencia de Hermann Tertsch: “…un autor que parecía destinado a ser un gigante de la lengua alemana y será recordado como poco más que un polemista y senderista por España”. Peter Handke como excusa. La discusión se va moviendo en el terreno de lo políticamente correcto. Se trata de defender la libertad de expresión dejando claro que la postura del autor austriaco sobre el conflicto de los Balcanes es imperdonable. La cosa es más grave. Digamos que el ocultamiento de Handke como escritor posible, es decir, como sujeto con el prestigio suficiente como para ser, por ejemplo, premio Nóbel, obedece a una táctica de la intelectualidad europea, como poco, discutible. La negación de los derechos, no sólo ciudadanos, sino creativos de un escritor por defender determinados postulados políticos, ha sido y es lisa y llanamente, censura. Y no me refiero únicamente al hecho puntual de la obra prohibida en París, sino al silencio que rodea a este personaje, obligado a vivir en la clandestinidad artística.
De todos es sabido que la calidad de Handke como creador está siendo continuamente reivindicada para contraponerla a su “delirio” intelectual. La afirmación de Tertsch no es inocente, supone el paradigma occidental: nadie va a hacer caso nunca más a Peter Handke, nadie va a presentar sus libros, se hablará poco de él. No hay razón alguna para ocultar a un escritor de su altura salvo la ilegítima de la condena inquisitorial. Hablamos de un escritor galardonado en 1975 con el premio Georg Büchner, de sobrada calidad y que se reduce a una caricaturesca figura acompañante de Milosevic; un Sancho Panza cuya realidad se limita al asentimiento de un loco. Peter Handke ha optado siempre por defender a Serbia en el debate internacional. Creo que la postura de Occidente en este asunto adoleció de verdadera descarga analítica. Peter Handke creía que los eslovenos consideraban a los serbios como simples chupadores del bote económico que ellos producían. Todo ello, auspiciado por portavoces alentadores de la ruptura y secesión. Esto se puede leer en la hemeroteca del diario El País, en el artículo titulado: “Adiós a un sueño” del escritor austriaco. Efectivamente, nauseabunda resulta la opción pro Milosevic posterior de Handke. Pero qué hay de realidad y qué de mito en la postura oficialista de los escribidores europeos en defensa de Bosnios-musulmanes y albanokosovares? Y, por supuesto, qué interés?