miércoles, enero 28, 2015

Identidad





La imagen conmueve: Shula Krystal besa la frente de su padre, Israel, en la modesta sala de estar de su domicilio de Haifa. Él recibe el beso con los ojos cerrados. La escena transmite orgullo, sabiduría. Israel Krystal es el superviviente más longevo de Auschwitz. Tiene 111 años. Imposible descartar la posibilidad de que la Providencia haya decidido premiarle con algunas décadas extra por los sufrimientos prestados. El anciano, en silla de ruedas, lleva una kipá sobre su cráneo. Me pregunto si, hoy, superada ya cualquier edad razonable, siente miedo a la muerte, a esa muerte tan familiar en el infierno nazi que experimentó en Polonia. Para él, su identidad significó algo. Al menos, fue un motivo para que el mal absoluto reventara el inicio de su vida adulta. 

Desconocemos la intensidad de su compromiso con el judaísmo durante los años 40 del siglo pasado. Quizás, quiso ser un ‘judío del siglo’, atento a la moda y a las últimas novedades literarias y artísticas. Es posible que sintiera su tradición como una carga no elegida. Puede que amara a una protestante y al progreso. Lo que está claro es que otros decidieron por él y lo convirtieron en carne de holocausto. No tardará en dejar este mundo, es simple biología. Pero, no abandona su kipá. ¿Y nosotros? ¿Esta actualidad cosmopolita, que alimentamos con cinismo, cerveza y series de HBO, será suficiente para completarnos? ¿O decidirán otros?

No hay comentarios: