miércoles, diciembre 17, 2008

Normal

- ¿Me quieres?

- ¡Hombreee!

- Pero, a ver, ¿cuánto me quieres?

- Te quiero un montonazo.

- ¿Y para qué me quieres? ¿Para acostarte conmigo?

- Sí, te quiero para acostarme contigo.

- ¿Sólo para acostarte conmigo?

- No.

- No, ¿qué?

- Que no te quiero sólo para eso.

- Y ¿para qué, entonces?

- Para muchas cosas.

- Habla.

- Pues, mira, te quiero para acostarme contigo, para pasear contigo. Para pedir el café con leche que tanto te gusta. Te quiero para ponerte el termómetro cuando tengas gripe; para hacer tus fotocopias; para pasar a ordenador tus trabajos; para ir al cine contigo y tragarme películas chinas; para reír contigo; para ponerme nervioso delante de tu padre. Para arreglar los grifos, las bombillas. Para abrir el capó del coche y echarle un ojo si se te estropea; para cogerte de la mano cuando des a luz. Para acabarme tu comida si no tienes más hambre; para donarte un riñón si se da el caso; para pagar tus deudas; para tomarte la lección cuando estés preparándote oposiciones. ¿Te vale así?

- …

- ¿No dices nada?

- No sé qué decir.

- ¿Para eso preguntas?

- Ya…

- ¿Qué?

- Nada. Creo que te he perdido por el camino.

2 comentarios:

momo dijo...

que?
nada , que eres algo más que un buen escritor.
Y?
bueno sólo eso, hoy no se me ocurre más, ultimamente se me ocurren pocas cosas.

Gibran Garcia dijo...

Saludos Pablo:

Quiero felicitarle por su buen trabajo. Su blog me parece interesante, lo estaré siguiente.

Si gusta, y solo si gusta, dese una vuelta por el mío. De antemano le agradezco cualquier opinión sobre los cuentos breves que escribo. Estan bajo la etiqueta de Ficciones.

Le mando un saludo.