viernes, noviembre 25, 2005

Quaerite Primum Regnum Dei

I


- A fondo y descaradamente, como sólo un hombre puede hacerlo y despacio, para que no digan. Las manos sobre los muslos; hay que intentarlo. Alguien llama a la puerta muy de tarde en tarde. Que no sigan por ese camino, que se trate únicamente de visitar alguna vez si otros lo hacen. Nosotros preferimos huir siempre a perecer de luz y sonido. Si es que al final todo ofende al espíritu con la dulce cotidianeidad de la mente a secas.


II

-No pasar por gitanos, los que se hinchan a escupir a los otros, a expulsar a todos los mercaderes. Esforzándose por creer, por creérselo: que nunca es suficiente una vela para iluminarte.


III

- Destaco el honor de ser parte de esta casa y de poder llevármela si yo quiero.



IV

- Retraso de dos meses. Ahí es nada. Una noticia interesante, una fórmula de vida activa. De acuerdo con nuestra moral, nuestro orgullo y dedicación. Finalmente uno vuelve a los amigos cuando descubre la levedad de cruzar una esquina cualquiera.


V

- Se parte de una lógica evidente: sólo se cae una vez; un buen avance de honestidad científica. La sangre llama a la sangre. Un atraco o un funcionario, a eso se reduce todo. Quién me ofrece sus calles, sus alabanzas? Servidumbre: Una vez estuvimos tan juntos que el aire entre nosotros era carne sola.

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